Torreón, Coahuila.- Casi 12 años pasaron, de lo que es considerado el evento más sangriento en la historia de la comarca lagunera: la masacre en ‘Italia Inn’, conocida quinta ubicada al interior del ejido San Luis, atacada a balazos por un grupo armado, que llegó de madrugada en pleno apogeo de una fiesta que se realizaba, dejando como saldo la escalofriante cifra de 18 personas muertas y decenas de heridos.
Era más de la una de la madrugada del 18 de julio del 2010, cuando un comando armado, conformado por entre 15 y 20 sujetos, irrumpió en la fiesta que se llevaba a cabo en la Quinta Italia, disparando inicialmente desde el exterior, perforando las balas, en cuestión de segundos, un portón que se tenía como acceso principal, al interior, ahí se encontraba tocando la Original Banda Ríos, por lo que fueron sus integrantes los primeros en ser alcanzados por la ráfaga de disparos.
En un instante, el entorno se transformó radicalmente, pues, de momentos de alegría y gran ambiente, se pasó a la tragedia, con una espeluznante escena de sangre y muerte, terminando decenas de personas regadas en el suelo, la mayoría con impactos de bala de grueso calibre en alguna parte de su cuerpo, provocando heridas y un inmenso dolor en unos, mientras que para otros desgraciadamente les representó el fin de su existencia.
Todo ocurrió tan rápido, que muchos no supieron cómo reaccionar a la ‘lluvia de balas’ que se daba en esos momentos, habiendo quienes intentaron resguardarse en el baño o en la cocina o incluso en la alberca que había en el lugar, lamentablemente no hubo tiempo para nada, escuchándose al interior gritos de pánico y de dolor de la gente que se divertía en la fiesta.
En cuestión de segundos, los hombres que realizaron el ataque desde el exterior, ingresaron a la quinta para efectuar una segunda ráfaga de disparos y a la voz de ‘que nadie salga vivo de aquí’, hirieron de muerte a mucha más gente, para después salir, subir a diversos vehículos y emprender la huida hacia rumbo desconocido, luego de consumar la masacre.
Enseguida vino un silencio total, la escena era desgarradora, decenas de personas bañadas en sangre, viéndose unas a otras tiradas en el piso y aún con temor de que regresaran los agresores y terminaran con sus vidas. Poco a poco, quienes milagrosamente salieron ilesos o con heridas menores, comenzaron a levantarse y a buscar la salida para escapar del lugar y terminar con la pesadilla. Otros buscaban desesperadamente a familiares, amigos o acompañantes, con la esperanza de encontrarlos con vida.
Más tarde, el lugar se inundó de patrullas, ambulancias, policías y paramédicos que atendían a los sobrevivientes. Posteriormente se confirmaba la muerte de 18 personas, 12 hombres y seis mujeres, entre estos, seis integrantes de la banda musical que fallecieron.
Fue una madrugada de tragedia y que trajo luto para la comunidad lagunera, que hoy a casi 12 años de la terrible masacre, sigue recordando con coraje y dolor ese espantoso episodio, sumándose a otros dos que igual consternaron a la sociedad, como había sido el ataque a El Ferrie que dejó 10 víctimas mortales y el del Bar Juanas con ocho muertos.
VECINOS RECUERDAN AQUELLA NOCHE
A casi 12 años de la masacre, personas que habitaban en los alrededores de la Quinta Italia, recordaron aquella noche sangrienta:
“La banda estaba a todo lo que daba. Nosotros ya estábamos incluso hasta fastidiados de eso, porque era ya de todos los días (las fiestas y escándalo), fue a altas horas de la noche, como a la una (madrugada), ya nomás lo que oímos fueron los balazos ‘tas, tas, tas’, aquí en la puerta detonaron las balas, aquí y más para allá (señala). Luego se oyó que se metieron (a la quinta), ya habían balaceado el portón, se escuchó que se metían y preguntaban dónde estaba el dueño. Remataron ahí adentro, la gente salía corriendo por aquel lado, se oía que salían corriendo por aquel lado (parte trasera)”.
“Yo lo que me acuerdo, escuché un grito de uno que dijo ‘hey, para las casas no tiren’, así dijeron, ‘nomás para las casas no tiren’, o sea, ya sabían lo que venían a hacer. No demoraron nada, fue en un ratito, dijeron ‘vámonos’ y salieron”, comentó uno de los vecinos, quien omitió su nombre.
“Como ya era la una o más de la una, nuestra puerta estaba cerrada porque ya no íbamos a salir, nosotros nos acostamos temprano, ya cuando eso pasó, ya nosotros estábamos adentro, mi esposo estaba viendo la televisión y yo me estaba bañando, cuando yo me salgo del baño, oigo todo un desastre de tiroteo, ya nomás corrimos las cortinas para ver qué, pero todo estaba en silencio, se quedó en silencio. Fue un silencio total, allá (en la quinta) ya no se oyó ruido, ni nada”.
“Ni siquiera nos asomamos, estábamos bien asustados nosotros y nomás me asomé, iba saliendo del baño, yo ya no supe más, hasta otro día, todo el gentío. Todo fue por allá (por el frente de la quinta), por esta puerta (trasera) nadie entraba y salía. Era un cumpleaños, no sé de quién, porque lo decían, pero nada más, nosotros ya no quisimos saber más. Desde entonces, el lugar está así como lo ve, ya solo, ya nadie viene ni nada”, mencionó otra de las vecinas cercanas a donde ocurrió la tragedia.