El Hotel Princesa, un edificio histórico que se encuentra enclavado en la emblemática Avenida Morelos, la calle principal con relevancia histórica, turística y comercial de Torreón, cobra vida en medio de la nostalgia y el olvido que lo han rodeado durante años.
Este antiguo hotel es un testigo silente de la historia de la ciudad, y su ubicación, a solo media cuadra de la Plaza de Armas y a pasos de los principales edificios patrimoniales, lo convierte en un rincón preciado en el corazón de la zona de monumentos de Torreón.
Construido en 1906, el Hotel Princesa desempeñó un papel activo durante las primeras décadas del siglo XX, operando como un albergue de nivel medio. A pesar de su relevancia en el pasado, el edificio cayó en desuso, y su presencia en el imaginario colectivo cambió de un lugar destacado a una "mala reputación".
A pesar de su deterioro y el riesgo potencial debido a la falta de mantenimiento adecuado, el Hotel Princesa sigue siendo un testimonio tangible de la identidad de la ciudad. Este edificio, que forma parte del patrimonio arquitectónico catalogado, permanece en pie y conserva elementos arquitectónicos que lo hacen destacar.
El edificio se encuentra actualmente en manos de la familia Delgado Pedroza, y quedó en desuso hace un par de décadas. Durante este tiempo, se realizaron intentos de utilizar espacios adyacentes a la calle para locales comerciales, aunque sin éxito. Varios factores, como la obsolescencia de los servicios de hospedaje, el abandono del centro histórico debido a problemas de seguridad y vandalismo, así como la aparición de nuevos hoteles y zonas hoteleras, contribuyeron al cierre del Hotel Princesa.
A pesar de estos desafíos, el edificio ha conservado gran parte de su encanto y belleza arquitectónica. La posibilidad de darle un nuevo propósito en sintonía con las dinámicas actuales del centro histórico se vislumbra como una oportunidad única para revitalizar este tesoro olvidado en el corazón de Torreón.
La historia del Hotel Princesa se entrelaza con la evolución de Torreón, desde sus inicios como una ciudad de alrededor de 40,000 habitantes en 1907 hasta su papel como escenario importante de la Revolución mexicana. La historia del Hotel Princesa aún se encuentra en proceso de reconstrucción, pero su relevancia para la identidad de la ciudad es innegable.
La recuperación y restauración de este edificio histórico es un desafío importante, pero podría devolverle a la comunidad una parte de su patrimonio cultural y arquitectónico, permitiéndole desempeñar un nuevo papel en la vida de la ciudad.
