Investigadores de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango han anunciado el emocionante descubrimiento de dos nuevas especies de moluscos de agua dulce en la región de Viesca, en la Laguna de Coahuila, México. Estos moluscos, llamados Phreatoviesca spinosa y Spinopyrgus luismaedai, proporcionan una visión fascinante de la biodiversidad de la zona y su historia natural.
El hallazgo de estas dos especies de caracoles milimétricos es especialmente significativo debido a que estas criaturas, que habitaron pozas en la región de Viesca, desaparecieron hace aproximadamente 60 años debido a la extracción excesiva de agua en el área.
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Phreatoviesca spinosa, llamada así por su sitio de descubrimiento, es una especie que se caracteriza por la presencia de espinas en su concha, una característica inusual en los caracoles de agua dulce. Estas espinas probablemente sirvieron como mecanismo de defensa contra depredadores. Spinopyrgus luismaedai, por otro lado, recibió su nombre en honor a Luis Maeda Villalobos, un médico ambientalista y filántropo de la región Laguna que tenía una extensa colección de caracoles de las pozas de Viesca.
Ambas especies pertenecen al grupo de los gasterópodos subterráneos y desempeñaban un papel fundamental en la limpieza del agua de las pozas de la región.
Phreatoviesca spinosa fue ubicado en el año 2021 en sedimentos depositados cerca de la salida de una cueva. El nuevo género se puede distinguir por tres características notables: un enrollamiento abierto prominente del último verticilo, ornamentaciones de la columna vertebral en forma de pala y una espina toscamente parecida a un panal de abejas.
El paleobiólogo Alexander Czaja, quien lideró la investigación, señaló que, aunque solo se encontraron conchas secas de estas especies, Phreatoviesca spinosa podría seguir existiendo en los acuíferos de la región de Viesca o en áreas adyacentes.
La región de Viesca ha experimentado una serie de sequías a lo largo de su historia, lo que ha llevado a la extinción de muchas especies locales. Este descubrimiento subraya la importancia de comprender la historia natural y la biodiversidad de la zona para la conservación y protección de su ecosistema único.
El estudio también destaca la necesidad de explorar más a fondo estas regiones inexploradas del norte de México en busca de más gasterópodos estigobiontes, lo que podría proporcionar valiosa información sobre la biodiversidad subterránea y la historia natural de la zona.
Este hallazgo es un recordatorio de la importancia de conservar el agua y preservar los ecosistemas acuáticos, ya que la extracción excesiva de agua y otros factores pueden tener un impacto devastador en la vida silvestre y la biodiversidad de la región.
