/ martes 30 de noviembre de 2021

El deficiente funcionamiento de los Organismos Operadores de Agua 

Recientemente el Observatorio de la Laguna, publicó el estudio sobre los Organismos Operadores de agua (OOA) en los cuatro municipios de la Zona Metropolitana. Se encontró información relevante, que nos provoca cierta preocupación e intranquilidad. A manera de resumen citaré algunas de las principales acciones que deberían implementarse para mejorar su desempeño. Primero, aclarar que los OOA no se encuentra en la bancarrota, como seguramente hemos escuchado. Sus activos fijos y circulantes, superan a sus pasivos, a sus deudas y eso técnicamente los sigue haciendo viables financieramente y con enorme potencial para ser rentables. Es evidente también, que carecen de autonomía financiera, dependen de otros ingresos para sostenerse, y además no son disciplinados con el gasto, ya que usualmente gastan más de lo que ingresan, lo que lleva a solicitar deuda. Su prioridad de gasto es nómina y servicios generales entre ellos el pago del consumo de energía eléctrica. Es importante que se tengan mediciones rigurosas del volumen de agua extraído y distribuido. De cada 100 litros de agua que se extraen, solamente el 40% se factura, teniendo muchas fugas y haciendo imperante la necesidad de instalar medidores en cada una de las tomas domiciliarias. Existe un déficit considerable de tomas que son estimadas por no contar con medidor. Urgente que la red esté sectorizada e identificada plenamente, para conocer con certeza sus fugas y quizá identificar tomas clandestinas. La inversión pública que destinan los OOA es raquítica, las pocas obras son con recursos federales o municipales. Es urgente renovar su infraestructura, está obsoleta, además de modernizar los procesos de facturación y cobro. La inclusión del sector social es indispensable, puesto que hay OOA que ni siquiera cuentan con un consejo ciudadano, aunque la ley lo establece no está instalado, y en ocasiones son solo espectadores, sin poder de decisión. Estos consejos sirven como instrumento de rendición de cuentas, pues ahí donde deben empatarse los intereses de la sociedad con los de gobierno. Y, por último, un OOA que no tenga autonomía política, será susceptible a ser capturado, por eso no deben coincidir los ciclos operativos de los OOA con los ciclos políticos municipales.

Recientemente el Observatorio de la Laguna, publicó el estudio sobre los Organismos Operadores de agua (OOA) en los cuatro municipios de la Zona Metropolitana. Se encontró información relevante, que nos provoca cierta preocupación e intranquilidad. A manera de resumen citaré algunas de las principales acciones que deberían implementarse para mejorar su desempeño. Primero, aclarar que los OOA no se encuentra en la bancarrota, como seguramente hemos escuchado. Sus activos fijos y circulantes, superan a sus pasivos, a sus deudas y eso técnicamente los sigue haciendo viables financieramente y con enorme potencial para ser rentables. Es evidente también, que carecen de autonomía financiera, dependen de otros ingresos para sostenerse, y además no son disciplinados con el gasto, ya que usualmente gastan más de lo que ingresan, lo que lleva a solicitar deuda. Su prioridad de gasto es nómina y servicios generales entre ellos el pago del consumo de energía eléctrica. Es importante que se tengan mediciones rigurosas del volumen de agua extraído y distribuido. De cada 100 litros de agua que se extraen, solamente el 40% se factura, teniendo muchas fugas y haciendo imperante la necesidad de instalar medidores en cada una de las tomas domiciliarias. Existe un déficit considerable de tomas que son estimadas por no contar con medidor. Urgente que la red esté sectorizada e identificada plenamente, para conocer con certeza sus fugas y quizá identificar tomas clandestinas. La inversión pública que destinan los OOA es raquítica, las pocas obras son con recursos federales o municipales. Es urgente renovar su infraestructura, está obsoleta, además de modernizar los procesos de facturación y cobro. La inclusión del sector social es indispensable, puesto que hay OOA que ni siquiera cuentan con un consejo ciudadano, aunque la ley lo establece no está instalado, y en ocasiones son solo espectadores, sin poder de decisión. Estos consejos sirven como instrumento de rendición de cuentas, pues ahí donde deben empatarse los intereses de la sociedad con los de gobierno. Y, por último, un OOA que no tenga autonomía política, será susceptible a ser capturado, por eso no deben coincidir los ciclos operativos de los OOA con los ciclos políticos municipales.