Monclova, Coahuila. -Antonio Montañez Castillo, un bolero de toda la vida, que ha limpiado los zapatos de muchas generaciones de monclovenses , clama ayuda en medio de la contingencia por Covid19, pues batalló para ser atendido por su padecimiento de pie diabético en una de las extremidades inferiores que le quedan.
Antonio Montañez, es originario del ejido Santa fe, de Torreón. Tiene 36 años en Monclova y vive en casa de su cuñada, donde pasa por una situación complicada ante la falta de atención médica, aunque para su fortuna encontró el apoyo de la diputada federal Melba Farias y de algunos de sus amigos, que aportan para material de curaciones.
Hace cinco años, a Antonio le fue amputada la pierna izquierda, lo que le permitió seguir aseando calzado en la plaza Alonso de León. Pero hace dos meses le amputaron el dedo pulgar derecho y una parte del pie, y este lunes 13 de abril de nueva cuenta los funcionarios del ISSSTE le amputaron otro dedo, mientras se analiza cómo controlar el avance.
Debido a lo anterior, este martes se abrió la posibilidad que el IMSSS lo atienda con sus especialistas y determinen hasta donde podría ser amputado para evitar que siga avanzando el daño arterial. Mientras que “Toño” reciben algunas ayudas, pero no le son suficientes, ya que para ir a bolear paga taxi, además de requerir cuatro curaciones diarias, es decir, cambiar materiales cuatro veces al día, entre ellos antisépticos y medicamento contra infecciones.
Hoy con la pandemia, el trabajo de los boleros cayó como un claro ejemplo de que quienes no trabajan cada día, no podrán movilizarse ni tendrán para alimentarse.
