El nuevo incremento a los salarios mínimos que según se ha confirmado oficialmente será de un 20 por ciento a partir del próximo primero de enero, obedece a una más de las medidas populistas que han caracterizado al actual gobierno federal y con la que además se apuesta por una mayor recaudación a través de las contribuciones que pagan tanto las empresas como los propios trabajadores, opina el vocero del Grupo Empresarial de La Laguna (GEL), Mariano Serna Muñoz.
Según dijo, el proceso de ajustes a la alza que se ha dado durante los últimos cuatro años ha implicado que el salario mínimo haya crecido de una manera muy acelerada, nada menos que alrededor del 135 por ciento en este tiempo, lo que para las empresas no sólo representa un mucho mayores gastos por concepto de nómina, sino también en lo que tiene que ver con el cumplimiento de las obligadas cuotas en materia de seguridad social, y es que cada vez es más lo que tiene que pagar al IMSS y al Infonavit, así como por concepto de distintos impuestos como el ISN.
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Pero además, agrega, también se ha elevado la carga fiscal que por su parte y de manera individual asumen los trabajadores, para quienes mucho han crecido, de acuerdo con su nivel de percepciones, los descuentos que se les aplican de manera directa por concepto de ISR.
Eso obedece a que mientras que el valor del salario mínimo se ha mantenido en crecimiento, con un acumulado hasta ahora del 135 por ciento, el de la Unidad de Medida y Actualización apenas se ha ajustado en 19 por ciento en cuatro años.
El también presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Torreón, habló por otra parte de que, si bien los trabajadores ganan más que hace cuatro años, en realidad el poder adquisitivo del salario se ha estancado ante el efecto del crecimiento inflacionario que al final del 2022 cerrará más o menos en los mismos niveles que los del 2021, con alrededor del ocho por ciento.
En ese sentido, de acuerdo con Serna Muñoz, lejos de remediar algo ante la inflación, el crecimiento de los salarios mínimos contribuye a exacerbarla, de manera que al final la medida, aun cuando es bien recibida por los trabajadores, a la postre se revierte con efectos negativos, dado que contribuye a generar condiciones de desestabilización económica que afecta a las organizaciones productivas en general y especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
En tales circunstancias, agrega el representante empresarial, es así como decisiones tomadas con una visión populista y recaudatoria, también desincentivan la creación de nuevas empresas, dado que no es raro que algunos emprendedores opten finalmente por no desarrollar sus proyectos de negocio al ver el gran costo que representaría sostenerlos al tener que pagar, junto con la nómina, el equivalente hasta en un 35 por ciento más en seguridad social e impuestos.
