Torreón, Coahuila.- Con un espíritu de solidaridad que rebote para ayudar a los más pobres, con la renovación de la esperanza y una fe inquebrantable, es como los ciudadanos deben afrontar estas fiestas de la navidad, recordando los complicados momentos vividos ante la llegada de la pandemia, mencionó el obispo Luis Martín Barraza Beltrán.
Lo anterior lo dio a conocer durante la celebración de la peregrinación a la Virgen de Guadalupe que realiza la Diócesis de Torreón con la participación de todos los seminaristas, sacerdotes y personal del obispado.
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“La gente ha regresado a las iglesias, ha retornado a sus actividades cotidianas, y una de ellas, el poder participar en este tipo de manifestaciones religiosas en buen número, pues las peregrinaciones son toda una tradición a donde salen miles de familias a disfrutarlas”, recalcó.
“Tal vez algunos por miedo no acuden, pero la gran mayoría ya están aquí”, destacó el obispo de la Diócesis de Torreón.
La experiencia nos dice que si la iglesia no sale a las calles se va ir perdiendo, entonces estas actividades son una motivación extra para todos los sacerdotes, explicó.
“Queremos declarar el 2023 como el año de la misión, por lo que el 7 de enero se arrancara con un encuentro diocesano”.
“El llamado a la gente es a renovar la esperanza, es una fiesta de esperanza, de esa que no defrauda, la de la palabra del señor, la de la solidaridad, la de la familia, la de la unidad, entonces fortalecer la esperanza”, reiteró monseñor Barraza Beltrán.
“La fe nos fortalece en la oración, pero nos lleva a compromisos muy concretos, manifiesten su conversión en obras, por ello hay que alimentar la fe en la espiritualidad y que también se genere una cultura de solidaridad que le rebote al que menos tiene”, añadió.
“La Fe no tiene despensas para darles, pero si tiene un camino de paz y de justicia”, aseveró.