Torreón, Coahuila. – Con más de 13 años como policía, su reconocimiento es doble al trabajar al mismo tiempo por la seguridad de los torreonenses y de sus cinco hijos.
Es al agente Juan Omar Espeleta Rodríguez, de 39 años de edad, padre orgullosamente lagunero, quien desde niño soñó con integrarse a la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM).
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Ya en la corporación, le ha tocado de todo: “desde ver compañeros caídos, enfrentamientos a balazos, asaltos y homicidios”.
“Pero ante todo eso malo que me ha tocado, lo más bonito es que hoy la gente puede respirar confianza, aunque es un esfuerzo diario, para bajar todos los índices delictivos”.
A diario sale a las calles a patrulla, prevenir delitos y atender emergencias, pero también debe cumplir con su rol como papá.
“Tengo cinco hijos, dos hombres y tres mujeres, el más grande de 22 años y la más chica de cinco años, la mayor de ellas estudia la universidad en Monterrey y el mayor de ellos tiene su trabajo y su negocio, y de aquí de mi profesión ha salido para ayudarlos y sacarlos adelante”.
“En sus ideas y proyectos, al saber de mi trabajo, me piden consejos de seguridad y siempre los asesoro para que tengan mayor confianza, pues me ven como su proyector”.
En cuanto a los riesgos que implica su trabajo, su familia lo apoya y lo impulsa a cumplir con su deber.
El agente Espeleta es uno de los más de 200 elementos de las 200 que son papás y envió un mensaje a sus compañeros, con motivo del Día del Padre.
“Me reconocimiento para ellos, pues sé lo difícil que es, ya que nuestra labor es cuidar a la población y muchas veces no podemos celebrar en familia las fechas especiales”.
“Por eso, les aconsejo que hagan su trabajo con mucha pasión y cuando lleguen a su casa escuchen a sus hijos y los aconsejen, que los hagan sentir que son lo máximo. Hay que dejar el trabajo afuera de la casa, para darle toda la atención a la familia y hacerla feliz”.