Durante el 2023, la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF) atendió alrededor de 5 mil 800 denuncias por maltrato infantil, como omisión de cuidados, violencia emocional y castigos inadecuados, lo que incluye castigo corporal y trato humillante, que provocan baja autoestima, inseguridad y conductas agresivas en un ciclo que se repite cada vez en contra de los menores.
Saltillo y Torreón registran casi el 50% de los casos lo que, en cierta manera, se explica por la densidad poblacional que tienen. Desafortunadamente, el consumo de drogas y alcohol, llevan a cometer actos de violencia contra los menores y las mujeres, señaló María Teresa Araiza Llaguno.
La titular de la PRONNIF, señaló que en el caso de que los menores vayan a vivir en un entorno muy peligroso habría que buscárseles un familiar de apoyo y, en casos más graves, de no contar con nadie más, retirarlos e meterlos a un albergue.
Ante estos, exhortó a los padres de familia a encontrar nuevas formas para educar a los hijos, pues la violencia no deja buenas secuelas y no es el método adecuado de resolver problemas y conflictos dentro de la familia, así como en la sociedad. Luego, las cosas las hacen por miedo, no porque consideren que sea lo correcto.
“Vamos a estar trabajando muy fuerte contra el castigo corporal y humillante y apostarle a la crianza positiva para que nos bajen las denuncias y vayan acompañadas de no reincidir. No sólo en Coahuila, es en México y en el mundo, sigue habiendo violencia contra los niños y las niñas, por eso es importante proteger a las víctimas”, agregó.
Mencionó que las denuncias por maltrato las interponen familiares, vecinos, el padre, la madre, los maestros, la comunidad y las propias víctimas. “Tenemos en la página de Facebook de la PRONNIF mensajes cerrados en Inbox, a los que hemos dado puntual seguimiento, donde inclusive hemos tenido denuncias directas de niñas y niños”.
Reiteró la importancia de que los padres se involucren en nuevos métodos no violentos de formación y educación, lo que dará como resultado mejores personas, que aprenderán que la violencia no es la manera de resolver diferencias.
“En la violencia sexual tenemos que tener los ojos muy abiertos porque se comete en un gran porcentaje por personas cercanas, inclusive hay perpetradores que en apariencia tienen buenos comportamientos y de los cuales no podríamos sospechar.
“Veamos si los niños cambian de conducta; si los que eran felices, ahora están tristes; si los que tenían buenas calificaciones, de momento tienen desgano; si no quieren ir a una visita con el tío, el abuelo, el compadre y antes iban, poner atención a eso”, alertó.