María de Jesús Castro Sandoval, mejor conocida como Marychuy, es el ejemplo de que no hay impedimentos cuando se quiere salir adelante.
Mecánica por convicción, trabaja con su esposo en un taller mecánico y no se ha quedado con las ganas de nada con el firme propósito de salir adelante.
“Un tiempo estuve trabajando de albañil, luego me metí a la plomería, y en las casualidades un amigo me dijo que si le ayudaba con su carro, me empezó a decir qué hiciera y por eso decidí ponerme a estudiar. Quería capacitarme un poquito más en la mecánica porque no es tan complejo; si le entiendes es muy fácil”.
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Además de laborar en el taller, estudia mecánica en el CECATI 20 de Gómez Palacio.
“Ahorita estamos en el de frenos de disco y frenos de tambor, estamos dando mantenimiento a los frenos, donde estoy trabajando ya me ponen a desarmar un motor, a quitar el cárter, a hacer las afinaciones, quitar transmisiones, ya me capacité un poquito más”.
Respecto a los sueldos y apertura hacia las mujeres, Castro Sandoval admite que por el hecho de ser mujer siempre están en desventaja y les quieren condicionar el sueldo derivado de su género.
“La verdad sí es poquito diferente, porque sí es cierto, si eres mujer te quieren pagar un poquito menos y haces el mismo trabajo que es de hombre, aparte yo tengo un negocio, pues de ahí voy solventando mis gastos”, recalcó.