Gómez Palacio, Durango (OEM).- Los refrigeradores deben estar encendidos las 24 horas del día, cómo los mantenemos fríos, no se apagan en ningún momento; de esta forma textual afirmó Don Ramiro, locatario del Mercado José Ramón Valdés en Gómez Palacio derivado de las mermas que se presentan por la ola de calor que azota al país y la Región Lagunera de Durango.
En este establecimiento expenden carne de res, puerco y pollo, productos perecederos que deben estar en refrigeración constante, pero pese a este cuidado que tienen los comerciantes aún así hay artículos que se echan a perder porque llegan el momento en que es insuficiente.
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“Es que en realidad es muy caliente, casi no sacamos la carne de los refrigeradores por lo mismo porque se desagua y merma mucho, se va poniendo morada negra la carne y ya, tenemos que hacerle la lucha qué le hacemos”.
Otro factor al que tienen que hacer frente los locatarios como don Ramiro donde la tarifa es comercial en el pago de la energía, se dispara hasta en más de 2 mil pesos mensuales, “tenemos que pagarla, después cómo los mantenemos frío, no se apagan en ningún momento, hay mucha merma, porque se desagua, tenemos que limpiar la carne, en lo que se orea hay que termina de limpiar para que se vea bonita la pieza merma también”.
Agustín Medrano Aguilera, quien con orgullo dijo estar en este mercado desde 1948 aún cuando se llamaba Rubén Mata Ortíz y posteriormente cuando se cambió le nombre a José Ramón Valdés, refirió que “están muy bajas las ventas, ahorita con las calores la gente no sale, estamos hasta 45 y 50 grados que nunca se había visto en la laguna; pero lo que el Señor (Dios), nos mande lo recibimos”, destacó.
“Todos son perecederos, han bajado como un 60 por ciento, abrimos a veces a las 7, 8 y 9 de la mañana y cierro a las seis de la tarde, ya no hay gente”.
Cuestionado sobre cómo hacerle ante este escenario casi apocalíptico, refirió que no hay de otra, “tenemos que comernos las malas y las buenas, lo que el señor nos regale, hay días en que no levantas nada”.
Dijo que la tarifa de luz es otro problema que enfrentan todos sus compañeros locatarios, “de luz se pagan 2 mil 500 que es la más cara”.
Agustín comercializa el camarón seco el cual previo a este proceso debe estar refrigerado por obvias razones.