Comarca Lagunera de Durango.- Ante la disyuntiva de atender o no los decesos de quienes fueron sorprendidos por la muerte en tiempos de Covid-19, las funerarias tienen una crisis, pues tienen temor a contagiarse.
Cada estado ha emitido protocolos de qué hacer ante una situación como está y en común denominador los cuerpos deberían incinerarse, situación que también provoca un problema existencial, pues la idiosincrasia de la familias de que los muertos deben ir a un campo santo lo obliga a presionar para darles sepultura.
María es la dueña de una Funeraria en un municipio aledaño a Gómez Palacio, la noche de este lunes recibió a familiares de una persona que falleció en un hospital del IMSS y aunque aún no está el diagnostico de muerte, todo parece indicar que fue por el Covid-19.
Los familiares quieren con urgencia que se rescate el cuerpo del IMSS donde falleció para llevar el cuerpo a sepultar.
Pero por protocolo, tendrán que esperar a que haya un acta de defunción y determinar la forma en cómo será su sepulcro.
María está angustiada, por primera vez en 25 años que tienen dedicándose a los servicios funerarios vive una situación de esta magnitud. Hace una década la presión que ejercían ciertos grupos delictivos los tenía con el rosario en la mano. Hoy el panorama es distinto, enfrentan a un enemigo invisible que amenaza con quitarle la vida a todos los seres queridos.
María dice que como negocio, esta pandemia los está perjudicando mucho con todo y que en La Laguna de Durango hay más de una docena de negocios dedicados a esta actividad, “En Gómez Palacio está Funerales La Paz, González, Rosales, Serna, Cepeda, Del Pueblo, Resurrección, Aguirre y Flores que da Servicio a domicilio, son contar las de Lerdo, Tlahualilo, Mapimí y Cuencamé”, señaló.
En municipios como Tlahualilo, Mapimí y Cuencamé el servicio más barato cuesta 7 mil 800 pesos, aunque están preparados para dar servicios más costosos, pues también preparan cuerpos, los trasladan, dan sepulturas e incineraciones. “Nosotros también ofrecemos ataúdes labrados y de caoba; hasta metálicos modestos, tenemos para todo presupuesto, además hacemos los trámites que se necesitan para ir por los cuerpos”, dijo.
Dice que quien quiere contratar un servicio en cualquier funeraria, debe presentar acta de nacimiento del difunto, CURP, credencial del INE del occiso, así como dos familiares que funjan como testigos en caso de que el cuerpo este en la Vice fiscalía.
Antes de la presencia de Covid-19, las empresas que ofrecen servicios funerarios tenían que pelear contra el coyotaje, pues algunas de éstas ofrecían dinero a hospitales y autoridades para avisar y agilizar trámite, hoy el panorama es distinto, el temor está latente de contagiarse.
María atiende la funeraria con toda la familia, pero en tiempos de Covid-19, solo lo hacen su esposo y ella, pues no quieren que la familia sea alcanzada por el virus.
