Nueva Rosita, Coahuila.- “Nosotros ponemos a los muertos y ellos (empresarios y políticos) qué ponen”, reclamó Elvira Martínez Espinoza, viuda de Jorge Bladimir Muñoz, uno de los 65 trabajadores que fallecieron en el accidente de la mina “Pasta de Conchos”, al tiempo que exigió a las autoridades se le pongan fin a las tragedias con la cancelación de las concesiones mineras.
Afirmó que la situación actual en el pozo de carbón en Agujita es una remembranza de lo que vivió aquel 19 de febrero de 2006, en una versión más acelerada, pero sobre todo es una muestra clara de que a las autoridades de los tres niveles de gobierno no les importa la vida de los mineros.
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Porque empresarios y políticos “se enriquecen a costa de la vida de nuestras familias, porque quien pone los muertos somos nosotros, las esposas, los hijos ponen a los muertos, y ellos no ponen nada, porque no bajan (a las minas) y ni siquiera se paran ahí”.
Pidió a los familiares de los 10 carboneros, que están atrapados desde el 3 de agosto pasado en un “pocito” en Sabinas, que “no tengan miedo, alcen la voz, peleen por sus mineros, que no los dejen sepultados”.
Se solidarizó con ellos: “Sabemos el dolor y la desesperación, pero también la fe que se tiene para volver a ver a nuestros seres queridos, es una angustia muy grande y sólo la esperanza es lo que nos mantiene de pie”.
Consideró que las autoridades “están haciendo todo muy apresurado, pero es la misma historia, ojalá que a los diez mineros no los dejen ahí como a los de nosotros”.
Apoyó la declaración de la activista Cristina Auerbach Benavides, quien denunció que a nadie le importan los mineros y sólo cuando ocurren las “tragedias los políticos se los meten en el alma”.
Autoridades omisas y negligentes
Para las familias de los 65 mineros de “Pasta de Conchos” la constante omisión de las autoridades de los tres niveles de gobierno para aplicar las leyes ha provocado que sigan las muertes en la minería y no haya sanciones penales para los responsables.
“Vemos una falta de interés de las mismas autoridades hacia la región, porque permiten a los empresarios hacer muchas cosas que no están bien y una de ellas es (autorizarles a) hacer este tipo de trabajo, que es extraer el carbón a través de los pozos”, denunció.
Tras el accidente ocurrido en “Pasta de Conchos”, las familias de los 65 mineros “pedimos que se implementaran medidas de no repetición, que la Secretaría del Trabajo (y Previsión Social) aplicara medidas más fuertes y más contundentes para que esto no siga pasando, para que las muertes no se vayan dando”.
Y lo que “vemos es que la actividad sobre estos trabajos, sobre los ‘pocitos’, en lugar de ir disminuyendo van aumentando, entonces lo que nosotros vemos es que ellos (empresarios del carbón) hacen las cosas de una manera que la verdad yo no sé si sea permisible dentro de la minería”.
Como por ejemplo que el “concesionario pueda rentar la concesión a otra persona y luego esa otra persona meta a otra a trabajar y que la ponga como responsable de los trabajadores”.
Las autoridades al permitir esta práctica “al concesionario le quitan la responsabilidad de lo que suceda en ese centro de trabajo y, sobre todo, que no hay sanciones penales; aquí no se le sanciona absolutamente a nadie. Por ejemplo, no hay sanciones por las muertes que sucedieron el año pasado en (la comunidad de) Rancherías (en la mina de Micarán, en Múzquiz)”.
Recordó que incluso en el caso de “Pasta de Conchos” la empresa propietaria de la mina, el Grupo México, también salió limpia y sin castigo. “El concesionario salió limpio (...) ahí culpable o el responsable de lo que sucedió fueron el ingeniero de seguridad, el gerente de la mina y otro ingeniero; (a ellos) fueron a los que les les fincaron responsabilidad en una investigación que les abrió y que al final paró en una reparación del daño”.
Pero en el caso de Rancherías, insistió, “ni eso hubo siquiera (reparación del daño) o sea, nada, absolutamente nada; no hay sanciones penales para el concesionario, entonces esto sigue sucediendo y (las autoridades) les facilita hacer las cosas (a los empresarios)”.
Advirtió que lo mismo está ocurriendo en el accidente de “El Pinabete”, en el que no hay culpables y se está escondiendo quién o quiénes son los verdaderos dueños de la concesión minera.
Urgió a las autoridades a hacer un cambio y aplicar la ley, porque “no sé si en la minería se permita esto de poder seguir deslindando de responsabilidades (a los concesionarios) y que al final cuando sucede algo grave nadie tiene la culpa, más que el que los tiene (a los trabajadores) registrados en el seguro social”.
Políticos, metidos en el negocio
Denunció que dentro de las similitudes que persisten en las tragedias es que “siempre en todo esto de los de los ‘pocitos’ hay políticos metidos, también está por ahí el senador Armando Guadiana; él dice que no y luego dice que sí y la realidad es que aquí en el Ejido Santa María hay una mina en donde él participa dentro de la de la compañía, y por lo regular cuando preguntas de quién es esa mina, que es de fulanito de tal, o ya es un exalcalde o ya está en el cabildo o es compadre de uno de los expresidentes (municipales) y por eso vemos que no hay sanciones”.
Y no hay sanciones porque “no se toca a los grandes y es una pena porque son gente de la misma región y que la verdad no les puede para nada el que los trabajadores estén en unas condiciones tan deplorables. Si a mí ‘Pasta de Conchos’ se me hizo una situación muy peligrosa (a pesar que contaba con medidas de seguridad), pues los ‘pocitos’ es algo espantoso porque no hay una mínima de posibilidad de que si sucede algo, ellos puedan tener la oportunidad de salir”, como el caso de “El Pinabete”.
Consideró que empresarios y políticos se enriquecen “a costa de la vida de nuestras familias, porque quien pone los muertos somos nosotros, las esposas, los hijos ponen a los muertos, y ellos no ponen nada, porque no bajan (a las minas) y ni siquiera se paran ahí”.
Además que “se aprovechan de la necesidad de la gente, de la necesidad de fuentes de trabajo, pero nadie se pone a ver la necesidad de una diversidad de (fuentes de) trabajo. Es muy lamentable que los políticos puedan hacer algo mejor para la población y no lo hacen”.
Autoridades siguen bloqueando a familias
Elvira Martínez Espinoza dijo que cuando se registró el accidente en “El Pinabete”, las “primeras imágenes que vi fue el de una mujer llorando, pidiéndole a un soldado o de la policía estatal pasar (a la mina) porque adentro estaba su esposo y se le negó el acceso. Lo mismo que nos pasó a nosotros, las familias pidiendo pasar, pidiendo información y nadie les decía nada. Y en eso llegan camionetas con la encargada de la Secretaría de Trabajo, la de Protección Civil y otros (funcionarios) más y lo mismo pasó en ‘Pasta de Conchos’, pasaban todos menos las familias”.
Y al ver esas imágenes, Elvira se trasladó al pasado, volvió a revivir “todos esos momentos cuando vi a esta señora llorando y le imploraba por favor dejarla pasar, y me indignó, me llené de una rabia que me daban ganas de treparme al carro (e ir a Agujita, Sabinas) porque cómo era posible que le estuviera negando el acceso a esa señora”.
Dijo que es tormentoso esperar por horas afuera de la mina a que salgan a darles información, lo cual ocurre muy poco.
“Quieras o no quedas marcada por tantos momentos, por tantas cosas que que vives tú y mi mensaje a ellos (familiares de los 10 carboneros) es mi solidaridad en el dolor, porque sé lo que es estar afuera esperando a que alguien salga y te diga que ya se recuperaron o ya van a salir o algo, y cuando te traen noticias, y es desesperante porque el tiempo para las familias es primordial”.
Hizo un llamado a las familias de los 10 trabajadores para que “no se queden callados, porque veía que las familias casi no hablaban con los periodistas y no querían dar información, pero ellos (comunicadores) necesitan decir lo que está sucediendo para que realmente se vea una presión, para que se pueda trabajar”, porque si los familiares no presionan, las autoridades van a seguir trabajando a su ritmo y “las horas se convierten en días, los días en semanas, las semanas en meses y los meses en años”.