Nueva Rosita, Coahuila.- La única forma de frenar los accidentes y muertes que ocurren en los pozos de carbón es cancelando las concesiones, pero no lo hacen porque “a nadie le importan los mineros, sólo les importa el carbón”, dijo Cristina Auerbach Benavides, vocera de la Organización Familia Pasta de Conchos.
Y tan no le importan a las autoridades, “que ni siquiera los inspectores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) cuentan con los recursos ni con equipos de seguridad para trabajar”.
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Para la activista, tragedias como la de “El Pinabete” se registran “porque están extrayendo carbón desde hace 30 años de áreas que ya fueron minadas (trabajadas)”.
“Esos lotes, de esas concesiones de carbón se deben de cancelar, porque están sobre áreas de muy alto riesgo, catalogados así por el Servicio Geológico (Nacional), y sin embargo esto se concesionó, eso se ha permitido operar y los empresarios tampoco ponen las medidas de seguridad, pero, incluso habiendo una media de seguridad tan importante como la salida de emergencia, (que) en el caso de ‘El Pinabete’ sí estaban comunicados los pozos, o sea, sí había salida de emergencia, tampoco pudieron salir porque son tan precarias esas minas que no les da tiempo de salir”.
“Entonces no se puede seguir inspeccionando, seguir tratando de verificar, seguir tratando de poner todo en orden, cuando la minería no es posible ya en esta zona”.
Así que exigió a las autoridades federales que cancelen todos los títulos de concesiones mineras que se encuentran en zonas catalogadas de alto riesgo, porque no se puede permitir que sigan ocurriendo tragedias.
STPS, inoperante
Sobre la información que dio a conocer Luisa María Alcalde, titular de la STPS, de que hay 14 inspectores desplegados en la Región Carbonífera para hacer cumplir la ley, Auerbach Benavides comentó que “sí están (los revisores), pero lo que no dijo la Secretaria del Trabajo es que no tienen recursos para operar”.
Resaltó que para los 14 inspectores “solamente hay dos camionetas e incluso no tienen equipos de seguridad personal. Entonces, si ni los inspectores tienen las condiciones para trabajar, ellos no tienen la manera de hacer que otros trabajen con las condiciones adecuadas, con qué autoridad”.
Explicó que la precaria situación con la que opera la STPS “obedece también al adelgazamiento de Estado que se está dando con la llamada austeridad republicana, ahora austeridad franciscana, pero cuando se trata de empleos y trabajos de alto riesgo, (esa austeridad) lo que lleva es a negligencia y a una ausencia del Estado. Y esa ausencia del Estado la pagan los trabajadores con su vida, porque el Estado no es capaz ni de inspeccionar, ni de tomar medidas de no repetición”.
Al preguntarle qué similitudes ve en las tragedias de “Pasta de Conchos” y de “El Pinabete”, la defensora de derechos humanos refirió que ninguna de las dos minas contaban con “las condiciones para trabajar, y es increíble que después de 17 años de ‘Pasta de Conchos’, se permita seguir sacando carbón de minas que están en peores condiciones que ‘Pasta de Conchos’”.
La CNDH es negligente
El 15 de agosto de este año, la Organización Familia Pasta de Conchos presentó ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos una queja por lo ocurrido en “El Pinabete”, con número de folio 2022/81097.
“La CNDH tiene pendiente emitir recomendaciones sobre violaciones a DH de los poblados mineros Palaú, La Florida, Esperanzas, Barroterán, Nueva Rosita desde 2015. Hoy presentamos una queja por lo sucedido en Pinabete. Esperamos no tarden 7 años haciendo nada”, reclamaron a la Comisión su falta de atención a las tragedias ocurridas en Coahuila.
“Nosotros hacemos (ponemos las quejas) y no sé por qué ellos no contestan (...) son negligentes y no están haciendo su trabajo”, agregó Auerbach Benavides.
Dijo que ellos como organización están “en comunicación con algunos familiares (de los mineros de ‘El Pinabete’), no estamos yendo al lugar, precisamente para no generar más ruido y por respeto a los familiares; los familiares saben que allí estamos y cuando llegue el momento y que ellos lo quieran, vamos a hacer lo que ellos nos digan”.
Refirió que hay una clara violación de derechos humanos al permitir que los mineros laboren bajo condiciones inhumanas, así que insistió que “cancelen (las concesiones) porque no lo pueden controlar; ya llevamos 30 años (con el problema de las minas). Ya pasamos por (Vicente) Fox, por (Felipe) Calderón, por (Enrique) Peña Nieto, por Andrés Manuel (López Obrador) y las familias siguen poniendo los muertos; ¡ya que cancelen!”.
Sólo les importa el carbón
Al preguntarle su opinión sobre los dichos del gobernador Miguel Riquelme en los que señala como culpable de las tragedias en las minas y de promover el ‘coyotaje’ de carbón en Coahuila a Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Auerbach Benavides dijo que “se le olvida que de los 80 (mineros) que han muerto en pozos y minas de Pasta de Conchos para acá (a la fecha), 60 son de cuando los contratos los manejaba la Prodemi (Promotora para el Desarrollo Minero)”.
Respecto al “coyotaje”, refirió que no importa la forma en que se den los contratos o qué gobierno o dependencia los otorgue, porque el resultado es el mismo: la muerte de trabajadores, “porque no les importan los mineros, lo que les importa es el carbón”.
Muy mal el sindicato
Recriminó el porqué Javier Martínez Valadés, delegado del Sindicato Nacional Minero, no sindicalizó a los carboneros de “El Pinabete”.
Porque “tampoco ninguno de esos trabajadores estaba sindicalizado. Él se queja de que los trabajadores aceptan trabajar en esas condiciones (precarias) y qué hacen ellos que son el sindicato, por qué no pueden sindicalizar si están todo el tiempo en la región, por qué no están defendiéndolos”.
Culparlos “no es trabajo sindical y ahora resulta que las víctimas son los culpables y el sindicato que está para defenderlos, los está acusando”.