México ya vive una epidemia de deterioro cognitivos entre los adultos mayores de 65 años y más, pero es un problema mental silencioso que la gran mayoría no ve y por ello no se le presta atención, subrayó la geriatra Paola Berenice Hernández González.
Comentó que de acuerdo a las últimas cifras que se dieron a conocer, donde se marca que el 8% de la población tiene este padecimiento, lo que es altamente significativo, es por lo que se puede considerar como una epidemia en virtud de que se puede llamar así cuando los adultos mayores con este mal ha superado el 1%.
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Externó que esta enfermedad se puede ver cuando una persona ya no pude hacer sus actividades diarias cotidianas, como dejar de comer, caminar, bañarse o vestirse solos, mismos que son síntomas de un deterioro mental.
Mencionó que ahora con una mayor esperanza de vida, la población de adultos mayores se va incrementando y con ello los padecimientos de esta enfermedad son más comunes que antes.
Ante esta situación, precisó que hace falta la preparación de más especialistas en geriatría para dar la atención que demanda este grupo de la población y que afortunadamente en Coahuila ya van dos generaciones de médicos que se han graduado en este tema.
Afirmó que es importante que los familiares de adultos mayores dimensionen como tal este deterioro mental y que para ayudar a quienes lo padecen son importantes las actividades físicas cotidianas y los ejercicios mentales, así como evitar aislarlos.
“Por ello es básica la estimulación neuronal, al dejarlos que platiquen su vida, que vean fotografías y dejarlos ser independientes, no tratar de ayudarlos en su vida cotidiana”.
“Es importante también ponerlos a realizar crucigramas, sopas de letras, que jueguen ajedrez, domino o cartas, incluso la lotería que es muy común en México, porque eso les ayuda a recordar imágenes con su nombre”, dijo.