/ domingo 16 de octubre de 2022

Vlad el Empalador, el sádico hombre que inspiró la historia de Drácula

¿Chupar la sangre Drácula?, para que, si puedes torturar, descuartizar y empalar a tus víctimas, tal y como lo hizo Vlad III

Drácula, es probablemente el monstruo más famosos de la ficción en el mundo, sin embargo, este aterrador ser fue creado como inspiración de una personas que vivió en la vida real y que fácilmente fue más sanguinario que el vampiro.

¿Chupar la sangre?, para que, si puedes torturar, descuartizar y empalar a tus víctimas, tal y como lo hizo Vlad III, un hombre que vivió en el siglo XV y que se estima que fue el responsable de más de 100 mil personas.

Te recomendamos: México tiene su propia Annabelle: conoce la historia de Lydia, la muñeca poseída

¿Quién fue Vlad III?

Para asesinar a tantas personas, debes de tener el suficiente poder y es tal el caso de Vlad III, quien era nada más y nada menos que el príncipe del reino de Valaquia, un territorio de lo que actualmente es Rumanía.

Nació en 1428 en Sighisoara. Era el primogénito del príncipe Vlad, apodado Dracul (diablo) por su crueldad y sangre fría, características que heredó su hijo junto con el alias de Draculea, que significa hijo del diablo.

Este hombre aterrorizó a sus súbditos con asesinatos en masa, llegando a acabar con aproximadamente el 20% de la población de su reino.

Foto: Wikipedia Commons

Tras la muerte de su padre por decreto quedó al frente de su reino y fue de esta manera que decidió acabar con las guerras, masacrando a sus rivales y aplicarles crueles torturas, para posteriormente empalar sus cuerpos en la entrada de su territorio y así fungir terror para quienes intentaran enfrentarlo.

Fue con este sangrienta manera de acabar con sus rivles, lo que le hizo ganar el mote de Vlad el Emapalador, el cual trascendió hasta nuestros tiempos.

De acuerdo a relatos, sus enemigos fueron atados, colocados boca abajo y empalados con estacas romas que penetraban más lentamente en su cuerpo para que el suplicio durara más.

La inspiración de los vampiros y Drácula

Por supuesto que Vlad no se convertía en murciélago ni era importar, sin embargo, el miedo que provocó en la población de Rumania fue tal, que se convirtió en un mito mientras vivió, así como tras su muerte,.

A finales del siglo siglo xv adquirieron gran popularidad los libros que relataban sus actos de crueldad, convirtiéndose en algunos de los primeros superventas en Europa.

En Rusia, las historias populares sugirieron que Vlad pudo fortalecer el gobierno central solo mediante la aplicación de castigos brutales, y la mayoría de los historiadores rumanos adoptaron una opinión similar en el siglo xix.

El escritor irlandés Bram Stoker se inspiró en este príncipe para crear su personaje del vampiro conde Drácula.

Nota publicada originalmente en El Heraldo de Juárez.

Drácula, es probablemente el monstruo más famosos de la ficción en el mundo, sin embargo, este aterrador ser fue creado como inspiración de una personas que vivió en la vida real y que fácilmente fue más sanguinario que el vampiro.

¿Chupar la sangre?, para que, si puedes torturar, descuartizar y empalar a tus víctimas, tal y como lo hizo Vlad III, un hombre que vivió en el siglo XV y que se estima que fue el responsable de más de 100 mil personas.

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¿Quién fue Vlad III?

Para asesinar a tantas personas, debes de tener el suficiente poder y es tal el caso de Vlad III, quien era nada más y nada menos que el príncipe del reino de Valaquia, un territorio de lo que actualmente es Rumanía.

Nació en 1428 en Sighisoara. Era el primogénito del príncipe Vlad, apodado Dracul (diablo) por su crueldad y sangre fría, características que heredó su hijo junto con el alias de Draculea, que significa hijo del diablo.

Este hombre aterrorizó a sus súbditos con asesinatos en masa, llegando a acabar con aproximadamente el 20% de la población de su reino.

Foto: Wikipedia Commons

Tras la muerte de su padre por decreto quedó al frente de su reino y fue de esta manera que decidió acabar con las guerras, masacrando a sus rivales y aplicarles crueles torturas, para posteriormente empalar sus cuerpos en la entrada de su territorio y así fungir terror para quienes intentaran enfrentarlo.

Fue con este sangrienta manera de acabar con sus rivles, lo que le hizo ganar el mote de Vlad el Emapalador, el cual trascendió hasta nuestros tiempos.

De acuerdo a relatos, sus enemigos fueron atados, colocados boca abajo y empalados con estacas romas que penetraban más lentamente en su cuerpo para que el suplicio durara más.

La inspiración de los vampiros y Drácula

Por supuesto que Vlad no se convertía en murciélago ni era importar, sin embargo, el miedo que provocó en la población de Rumania fue tal, que se convirtió en un mito mientras vivió, así como tras su muerte,.

A finales del siglo siglo xv adquirieron gran popularidad los libros que relataban sus actos de crueldad, convirtiéndose en algunos de los primeros superventas en Europa.

En Rusia, las historias populares sugirieron que Vlad pudo fortalecer el gobierno central solo mediante la aplicación de castigos brutales, y la mayoría de los historiadores rumanos adoptaron una opinión similar en el siglo xix.

El escritor irlandés Bram Stoker se inspiró en este príncipe para crear su personaje del vampiro conde Drácula.

Nota publicada originalmente en El Heraldo de Juárez.

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