¡Nada lo detiene! Paletero vende bolis y refrescos a migrantes en la frontera de Coahuila (VIDEO)

Diariamente, Sixto cruza la frontera del Río Bravo para vender "bolis" o "hielitos" a los migrantes

Fernando Escobar | El Sol de La Laguna

  · lunes 2 de octubre de 2023

Diariamente, Sixto cruza la frontera del Río Bravo para vender "bolis" o "hielitos" a los migrantes. / Foto: Especial | Archivo OEM

La inspiradora historia de Sixto González, un paletero de Piedras Negras, Coahuila, ha ganado atención y admiración en las redes sociales. A diario, Sixto cruza la frontera del Río Bravo para vender "bolis" o "hielitos" a los migrantes que esperan su oportunidad para cruzar a Estados Unidos.

A pesar de la presencia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, que realiza patrullajes en la zona, Sixto ha sido permitido por las autoridades, ya que su labor es conocida por ser temporal y altruista, puesto que regresa a Piedras Negras después de sus ventas.

Llevando consigo una pequeña hielera llena de helados, conocidos como "bolis", y sin cambiar su atuendo cotidiano, Sixto se adentra en el Río Bravo para ofrecer sus productos a los migrantes que esperan cruzar hacia Estados Unidos.

Sixto, originario de Michoacán, ha vendido helados en su tierra natal durante mucho tiempo y decidió llevar su oficio a Piedras Negras, donde ha tenido un éxito considerable. Su iniciativa comenzó cuando un migrante lo vio y le pidió que le trajera algunas paletas. Inicialmente dudoso, Sixto aceptó el desafío y comenzó a vender sus bolis a los migrantes.

Este emprendedor estima que vende alrededor de 250 bolis diariamente a los migrantes, con un costo de 20 pesos cada uno, lo que le proporciona ganancias de entre 600 a mil 200 pesos al día. Cada transacción toma entre 10 y 15 minutos, después de lo cual regresa a Piedras Negras.

Sixto es conocido por su generosidad, y a menudo regala bolis a aquellos migrantes que no tienen dinero para comprar uno, especialmente a los niños. Su rostro iluminado por sonrisas de gratitud es una de las mayores recompensas para él.

El paletero también menciona que está dispuesto a vender bolis a los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, pero para ellos el precio es de dos dólares cada uno.

La historia de Sixto ha conmovido a muchas personas en las redes sociales, destacando su ingenio y su acto de empatía en medio de una situación desafiante en la frontera. Su historia es un testimonio de cómo, a veces, un pequeño gesto puede marcar una gran diferencia en la vida de los demás.