Torreón, Coahuila.– “No sé si sea yo quien lo merezca. En la pandemia hubo mucha gente que hizo bastante y este premio lo acepto con mucha humildad”, expresó la médico internista Patricia De León Olivares quien, a su vez, mostró con orgullo el Premio Banda Miguel Hidalgo (Condecoración Miguel Hidalgo) que se le otorgó por su destacada labor en la lucha contra el Covid-19, además de ser distinguida al recibir las Llaves de la Ciudad en Torreón.
Sentada en su escritorio al interior de una oficina donde diariamente recibe a los pacientes, Patricia, de 52 años de edad, relató lo difícil que ha sido hacerle frente a la pandemia que desde hace más de dos años llegó para cambiarle la vida al mundo, explicando que su labor tanto en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) lo desarrolló desde coordinar servicios a los externos, hasta pertenecer a la primera línea de atención para identificar a las personas contagiadas.
“En un inicio de la pandemia pensamos que se iba a controlar. Pensamos que con un área donde tuviéramos dos o tres pacientes era suficiente, hasta que empezaron a superarnos. Tuvimos que adaptar áreas. Yo estuve en primera línea que era identificar si el paciente venía con un cuadro de Covid. Había gente que tenía otra enfermedad que no era coronavirus. Uno debe tener ese conocimiento para no etiquetarlo como tal”.
A lo anterior, la especialista agregó que el 2020 fue un año complicado no solo en la parte profesional, pues en lo personal hubo momentos en los que sintió mucho miedo ya que los trabajadores de la salud se encontraba en una situación desconocida, llena de incertidumbre, la cual describió como una guerra a la que nunca se había enfrentado durante su carrera. Incluso, la tensión creció cuando se empezaron a enfermar los compañeros y algunos murieron: “El tipo de virus fue nuevo para nosotros. Todo se descontroló, ante la situación no sabíamos cómo actuar”.
Pese al riesgo, para la especialista nacida el 26 de enero 1969 no hay mejor festejo que el Día del Médico, incluso más significativo que su cumpleaños. Según lo relata, su hermano y madre fueron los principales ejemplos e impulsores en su decisión de estudiar esta profesión y ahora su hija sigue los mismos pasos estudiando medicina para ser pediatra; caso contrario a su hijo, quien ya es Licenciado en Administración Financiera.
“El año pasado fue muy triste el Día del Médico. Viví escenas de terror. Llegaban pacientes pidiendo oxígeno y no teníamos; ambulancias horas esperando un lugar; familiares implorando una cama; todo esto te sacude, pero no me arrepiento. Recuerdo que un día mi hija me dio una carta muy conmovedora. Me puso: ‘Mamá, Dios no escogió a los más preparados, Dios preparó a sus elegidos y a ti te eligió’. Mi hija está estudiando medicina, ella quiere ser pediatra. Tengo otro hijo que ya terminó su carrera de Licenciado en Administración Financiera”.
LLEGA EL COVID A LA FAMILIA
Atender a enfermos de Covid-19 se convirtió en ‘el pan de cada día’ para Patricia. La noticia de que un ser querido murió era y sigue siendo la parte más fuerte a la hora de encarar a los familiares. Así pues, con el fallecimiento de sus padres a causa del coronavirus la doctora platica que en esta labor no se puede ser ajeno al dolor y es un don que deben desarrollar, pero aprendió a ser más empática ante “el virus que vino a sacarnos de nuestra zona de confort y enseñarnos muchas cosas”.
“Llegó lo que menos hubiera querido. El día que me di cuenta que mi papá enfermó, ese día dije ‘hasta aquí’. Viene una serie de situaciones donde se enferma mi mamá también, yo me contagié por atenderlos y no me arrepiento. Ahí entendí como paciente el verdadero contexto de la enfermedad. Como médicos atendemos personas y lo veíamos de una forma, pero entenderlo como enfermo y familiar hace que te caiga ‘el veinte’ en muchas cosas. Entendí y aprendí mucho”.
Así pues, luego de la pérdida de sus papás la internista confesó que fueron los días más tristes de su vida, y al retornar a los hospitales el principal objetivo era mitigar el dolor de los allegados a los pacientes al escuchar preguntas como ‘¿murió sólo? ¿Sufrió?’, tomando en cuenta que le hubiera gustado recibir ese trato y actitud durante su duelo.
“EL RECONOCIMIENTO ES PARA TODOS”
Destacada por su excelente labor, Patricia De León Olivares recibió la Condecoración Miguel Hidalgo el 20 de noviembre como una forma de reconocer la tarea realizada en la pandemia. Sin embargo, explica que en esa lucha hay más personas involucradas que también exponen su vida para ayudar a las personas.
“Una área de atención a Covid no solo implica la atención directa del médico, sino todo lo que había detrás. Planes estratégicos de cómo ubicar esta área para no poner en riesgo a los demás pacientes, solicitar medicamentos, cómo hacer la cobertura total de médicos y enfermeras para dicha atención. Detrás de todo eso hay una logística”, externó.
Por lo tanto, cabe señalar que para la elección de este distintivo la propuesta la hizo el jefe inmediato de Patricia y enseguida se cumple con una serie de requisitos. Eso sí, a pesar de que la especialista tiene dudas sobre si el galardón era para ella, sabe que su trabajo ha salvado vidas y cuidado el bienestar de las y los ciudadanos: "Tuve la oportunidad de que se valorara mi trabajo y mi director lo propuso. Después se lleva una serie de requisitos y que otras personas hayan visto tu trabajo. Mi mamá me acompañó a recibir el premio y que orgullo para mi mamá verlo en vida”.
