Cuando piensa en Durango puede que surjan ideas sobre la gastronomía y cultura, algunos llegarían tal vez a pensar en el estado en su mayor estado de violencia hace algunos años, la cual estaba en gran parte del país. Pero, ¿qué pensarías si te cuenta que este estado tuvo su propio asesino en serie? Te presento a Alejandro Felix Carrillo, el asesino serial de Durango.
El siete de abril de 2009, agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) estaba por capturar a Alejandro Felix Carrillo, de 24 años de edad, quien era el principal sospechoso de la desaparición de tres personas. Pero ¿quién era él?
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¿Quién era Alejandro Felix Carrillo, el asesino serial de Durango?
Alejando Carrillo, de 24 años de edad, nació en Durango en 1985, tenía su domicilio en el poblado 5 de mayo. En 2001, se vio involucrado en el homicidio de Ricardo Ruvalcaba por lo que estuvo preso algunos años. Debido a que no se comprobó su participación directa, salió libre.
Esta situación lo llevó a huir del estado a Baja California ya que la investigación le pisaba los talones.
En 2009 regresó al estado y le pidió a su abuelo que le prestara una casa ubicada en la calle Narciso, del fraccionamiento Valle Verde, dónde vivió algunas semanas.
A finales de marzo de ese año, los familiares de Alejandro interpusieron una denuncia por la desaparición de Bernardo Félix León, de 80 años, y de Manuel Félix Rodríguez, de 59, abuelo y tío, respectivamente, de Alejandro.
En la denuncia, el principal sospechoso era el mismísimo Alejandro, pues sus familiares lo colocaban como una persona agresiva capaz de cometer aquel delito.
Su ‘captura’ y muerte
El 7 de abril detectaron a Alejandro fue detectados bordo de una motocicleta en los terrenos de Valle Verde. Tras interceptarlo, este dejó el vehículo y escapó. Al pasar por la calle Paseo de la Ferrería sacó dos armas de fuego, con las que terminó por dispararse en la cabeza.
Esto activó el código rojo de la policía, pues estos pensaron que este los atacaría, por lo que solicitaron apoyo de la policía municipal Federal, estatal y del ejército mexicano, pero al percatarse del cuerpo agonizante solo se quedaron elementos de la DEI.
Alejandro era el presunto artífice de haber secuestrado y matado a dos personas: Félix Carreón, abuelo de Alejandro, y Manuel Félix, tío. Así como del homicidio de un vecino del poblado 5 de mayo, el cual perpetró usando un arma blanca, un machete, con el que asesinó y cercenó a su víctima. Posteriormente lo embolsó y tiró en una zanja cerca de las vías del poblado.
Días más tarde, las autoridades aprehendieron a Flor Angélica, amiga de Alejandro, quien confesó haber sido cómplice y artífice de una llamada a la familia de Bernardo y Felix para pedir la cantidad de 500 mil pesos por su liberación.
