En Líbano, el pasado 14 de septiembre una mujer ingresó a una institución bancaria a mano armada para robar su propio dinero, situación que más allá del miedo que provocó a los presentes, resultó ser un acto con buenas intenciones.
La autora del delito fue identificada como Sali Hafiz, una joven que buscaba retirar todos los ahorros de su cuenta familiar para poder pagar el tratamiento de su querida hermana quien padece de cáncer.
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En medio de la desesperación, Hafiz no encontró una mejor opción que salir a la calle vestida de negro y con una pistola de juguete, que más tarde le serviría para huir con un total de 13 mil dólares.
Luego de salir victoriosa en su plan, la susodicha decidió entregarse a las autoridades libanesas y abrir su corazón para confesar a detalle qué es lo que la llevó a realizar el asalto.
Su declaración brindada al portal de BBC News estuvo acompañada de una sincera disculpa, pues según Sali no fue fácil el exponerse de esa manera y ocurrió en un momento de crisis total.
"Me disculpo con todas las personas a las que asusté. Pero, ¿cómo se compara eso con la desesperación, la ira y el dolor que siento todos los días, sabiendo que mi hermana se está muriendo?”, confesó al medio comunicación citado anteriormente.
Añadió que los principales culpables detrás eran los bancos, ya que debido a la fuerte crisis económica que atraviesa actualmente su país, las sucursales bancarias solo permiten retirar un máximo de 400 dólares mensuales.
Por fortuna, la policía de Líbano le ha dictado libertad bajo fianza a Hafiz por la cantidad única de 25 dólares, además de que se le negó la posibilidad de viajar durante medio año.
