Piedras Negras, Coahuila.- El calendario marcaba un viernes 16 de agosto de 2011 cuando Leyla Lobato, madre de dos hijos, concluía su segundo turno en una maquiladora y se preparaba para ir de regreso a casa; minutos más tarde, sería interrumpida para recibir la noticia de que su hija había sido encontrada ahorcada en su domicilio.
Impulsada por un capítulo del programa ‘La Rosa de Guadalupe’, que narraba la historia de una niña con padres divorciados, situación similar a la que atravesaba la menor Itzel Elvira Murillo Lobato, esta tomaría la decisión de suicidarse con la esperanza de que la Virgen de Guadalupe le concediera el milagro de revivir y reunir a su familia, tal y como ocurría en la ficción.
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Sorprendentemente, ese mismo día, por la tarde, la pequeña Itzel celebraba su cumpleaños número 10 en compañía de su madre y amigas de la escuela, en un pequeño convivio acompañado de pizzas, pastel y refresco.
Una vez que el festejo terminó, la señora Lobato regresó a su trabajo como de costumbre, dejando a Itzel en casa con su único compañero habitual, el televisor, mismo que la menor usaba para ver su programa favorito ‘La Rosa de Guadalupe’.
Según detalló el impreso de El Heraldo de Saltillo, los padres de Itzel, originarios de Veracruz, optaron separarse por razones desconocidas, por lo que Leyla Lobato se mudó a Piedras Negras acompañada de sus dos hijos.
Lo anterior, de acuerdo a los testimonios brindados por las compañeras de Itzel en la Escuela Primaria Andrés Cárdenas Amaro, mantenía a la infante en depresión y con un sentimiento profundo de abandono, pues la mayor parte del tiempo, permanecía sola en casa, sin el apoyo de un adulto y con el deseo de que sus padres volvieran a estar juntos.
¿Por qué la ‘Rosa de Guadalupe impulsó el suicidio de Itzel?
La psicóloga lagunera, Laura Borrego, argumentó que la influencia negativa de los programas de televisión se debe a que los padres o personas responsables no están cerca de los adolescentes y no prestan atención a lo que consumen en televisión o redes sociales.
Adicionalmente, el abandono, el maltrato y algunos otros problemas que ocurren dentro del círculo familiar, son lo que vuelve vulnerables a los adolescentes frente a los contenidos audiovisuales.
“El mayor riesgo al que se enfrentan hoy en día los adolescentes es que en los contenidos audiovisuales se normaliza la violencia y se sigue reproduciendo en todo todos los programas, por lo que ya no provoca sensibilidad en ellos, sino que hace que la naturalicen y que crean que es algo completamente normal”.