/ domingo 8 de enero de 2023

El Doctor Muerte y el Enfermero Asesino: dos historias de crímenes ocurridos en el hospital

El Doctor Muerte y el Enfermero Asesino no perdonaron la vida de sus pacientes y al contrario la destruyeron

El “Doctor Muerte” es el apodo de Christopher Dunstsch, neurocirujano responsable de mutilar y asesinar a 33 personas en Texas. El “Enfermero Asesino” es el sobrenombre de Charles Cullen, homicida confeso de 29 víctimas en Nueva Jersey.

Ambos personajes tenían la responsabilidad de salvar las vidas de sus pacientes, sin embargo, los mataron.

Te puede interesar: Así operaba el 'asesino del Tinaco' de Durango

Christopher Duntsch: El doctor dispuesto a convertirse en un asesino

Christopher Duntsch es un neurocirujano estadounidense, quien de 2011 a 2013 atendió a 37 pacientes, 33 de los cuales fueron mutilados o asesinados.

Se graduó de la Universidad de Memphis en 1995 y terminó su residencia quirúrgica en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee con un registro menor a 100 cirugías, cuando el promedio es de mil operaciones.

El "Doctor Muerte" tenía un salario de 600 mil dólares mensuales, pero se presentaba a cumplir sus labores sin bañarse, portando ropa sucia y a veces usando la misma bata de hospital durante tres días seguidos. Además, cumplía su jornada laboral bajo los influjos de opiáceos, combinados con LSD y cocaína.

En sus operaciones solía cortar vasos sanguíneos y retirar huesos cervicales a diestra y siniestra.

Duntsch realizó agujeros en las venas de Kellie Martin, quien murió desangrada. Jerry Summers, paciente y amigo de Duntsch, quedó parapléjico, inmovilizado del cuello hacia abajo, después de una cirugía donde Duntsch estrujó y destrozó su columna.

Su historia fue contada en el podcast de la empresa Wondery, de nombre “Doctor Muerte”.

Duntsch escribió en un correo electrónico, enviado a su ex novia, “Estoy listo para convertirme en un asesino a sangre fría” y cumplió su palabra. Actualmente, cumple una condena a cadena perpetua.

Charles Cullen: El enfermero que envenenaba a sus pacientes

Charles Cullen es un enfermero estadounidense y padre de familia, condenado a cadena perpetua por el homicidio de 29 personas.

No obstante, en un interrogatorio previo, él estimó el número de sus víctimas en 30 ó 40 seres humanos. Los expertos señalan la posibilidad de que el número real se acerque a 400 personas.

Cullen ejerció su profesión a finales de los años 80 hasta el año 2000. Momento en el cual suministró, de manera directa y por medio de bolsas de suero contaminadas, una sobredosis de insulina, digoxina y vecuranio a sus pacientes. Algunas de las víctimas de Cullen estaban físicamente paralizadas, pero conscientes al momento de morir.

En una confesión grabada ante los detectives Braun y Baldwin, el 14 de diciembre de 2003, Cullen alegó como explicación a sus crímenes “la obligación de aliviar el dolor de los pacientes”.

Asesinó a personas en proceso de recuperación e incluso a punto de ser dadas de alta de los hospitales donde trabajaba.

¿Cómo pudieron ocurrir estos crímenes?

Christopher Duntsch y Charles Cullen nunca se conocieron, uno ejercía su carrera criminal en Texas, el otro en Nueva Jersey.

Además de compartir un perfil homicida, tienen otra característica en común: su ego. Duntsch se consideraba un genio en el campo de la medicina y Cullen se definía como “una persona de confianza”.

El “Doctor Muerte” y el “Enfermero Asesino” son dos homicidas confesos, quienes tuvieron la oportunidad de salvar vidas y desarrollar prósperas carreras en el ámbito de la salud.

En su lugar, optaron por asesinar a pacientes vulnerables, quienes postrados y medicados en una cama o en un quirófano, no podían oponer resistencia.

Nota originalmente publicada en: El Sol de Tampico

El “Doctor Muerte” es el apodo de Christopher Dunstsch, neurocirujano responsable de mutilar y asesinar a 33 personas en Texas. El “Enfermero Asesino” es el sobrenombre de Charles Cullen, homicida confeso de 29 víctimas en Nueva Jersey.

Ambos personajes tenían la responsabilidad de salvar las vidas de sus pacientes, sin embargo, los mataron.

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Christopher Duntsch: El doctor dispuesto a convertirse en un asesino

Christopher Duntsch es un neurocirujano estadounidense, quien de 2011 a 2013 atendió a 37 pacientes, 33 de los cuales fueron mutilados o asesinados.

Se graduó de la Universidad de Memphis en 1995 y terminó su residencia quirúrgica en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee con un registro menor a 100 cirugías, cuando el promedio es de mil operaciones.

El "Doctor Muerte" tenía un salario de 600 mil dólares mensuales, pero se presentaba a cumplir sus labores sin bañarse, portando ropa sucia y a veces usando la misma bata de hospital durante tres días seguidos. Además, cumplía su jornada laboral bajo los influjos de opiáceos, combinados con LSD y cocaína.

En sus operaciones solía cortar vasos sanguíneos y retirar huesos cervicales a diestra y siniestra.

Duntsch realizó agujeros en las venas de Kellie Martin, quien murió desangrada. Jerry Summers, paciente y amigo de Duntsch, quedó parapléjico, inmovilizado del cuello hacia abajo, después de una cirugía donde Duntsch estrujó y destrozó su columna.

Su historia fue contada en el podcast de la empresa Wondery, de nombre “Doctor Muerte”.

Duntsch escribió en un correo electrónico, enviado a su ex novia, “Estoy listo para convertirme en un asesino a sangre fría” y cumplió su palabra. Actualmente, cumple una condena a cadena perpetua.

Charles Cullen: El enfermero que envenenaba a sus pacientes

Charles Cullen es un enfermero estadounidense y padre de familia, condenado a cadena perpetua por el homicidio de 29 personas.

No obstante, en un interrogatorio previo, él estimó el número de sus víctimas en 30 ó 40 seres humanos. Los expertos señalan la posibilidad de que el número real se acerque a 400 personas.

Cullen ejerció su profesión a finales de los años 80 hasta el año 2000. Momento en el cual suministró, de manera directa y por medio de bolsas de suero contaminadas, una sobredosis de insulina, digoxina y vecuranio a sus pacientes. Algunas de las víctimas de Cullen estaban físicamente paralizadas, pero conscientes al momento de morir.

En una confesión grabada ante los detectives Braun y Baldwin, el 14 de diciembre de 2003, Cullen alegó como explicación a sus crímenes “la obligación de aliviar el dolor de los pacientes”.

Asesinó a personas en proceso de recuperación e incluso a punto de ser dadas de alta de los hospitales donde trabajaba.

¿Cómo pudieron ocurrir estos crímenes?

Christopher Duntsch y Charles Cullen nunca se conocieron, uno ejercía su carrera criminal en Texas, el otro en Nueva Jersey.

Además de compartir un perfil homicida, tienen otra característica en común: su ego. Duntsch se consideraba un genio en el campo de la medicina y Cullen se definía como “una persona de confianza”.

El “Doctor Muerte” y el “Enfermero Asesino” son dos homicidas confesos, quienes tuvieron la oportunidad de salvar vidas y desarrollar prósperas carreras en el ámbito de la salud.

En su lugar, optaron por asesinar a pacientes vulnerables, quienes postrados y medicados en una cama o en un quirófano, no podían oponer resistencia.

Nota originalmente publicada en: El Sol de Tampico

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