/ martes 6 de junio de 2023

Comenzó como un arma y terminó siendo un juguete: La historia del Yo-yo

Acompáñanos en este recorrido histórico y descubre cómo el Yo-Yo ha evolucionado de ser un arma de caza a convertirse en un popular juguete que ha entretenido a generaciones

Con su origen en Filipinas y una trayectoria que se remonta hace 2.500 años en Grecia, este juguete ha dejado una huella indeleble en la cultura mundial. Acompáñanos en este recorrido histórico y descubre cómo el Yo-Yo ha evolucionado de ser un arma de caza a convertirse en un popular juguete que ha entretenido a generaciones.

El Yo-Yo tiene sus raíces en China, donde los artesanos lo fabricaban con diversos materiales como madera, metal y terracota. Estas piezas eran decoradas con ilustraciones de dioses, convirtiéndolas en verdaderas obras de arte. Algunos de los primeros ejemplares de Yo-Yo se encuentran exhibidos en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, testigos silenciosos de su larga historia.

En el siglo XVI, en Filipinas, el Yo-Yo adquirió un papel más práctico: se utilizaba como una herramienta de caza. Los nativos trepaban a los árboles y lanzaban el Yo-Yo desde lo alto para golpear a sus presas. Sin embargo, no fue hasta el año 1800 que este juguete llegó a Europa desde Oriente, recibiendo nombres como "Bandarole" o "Quiz" por parte de los ingleses. Incluso el emperador Napoleón Bonaparte encontró diversión en el Yo-Yo.

Pero fue en Estados Unidos donde el Yo-Yo dio un giro significativo en su historia. En 1866, James Haven y Charles Hettrick obtuvieron la patente estadounidense, sentando las bases para su popularización como juguete. Sin embargo, fue en 1928 cuando Pedro Flores, un filipino-estadounidense, abrió la Yo-Yo Manufacturing Company en California. Su éxito fue tal que tuvo que abrir dos fábricas más, empleando a 600 personas y produciendo 300,000 unidades diarias. En 1930, Donald Duncan adquirió la compañía y las fábricas, consolidando aún más la presencia del Yo-Yo en el mercado.

A lo largo de los años, el Yo-Yo continuó su trayectoria en la industria del juguete. En la década de 1960, surgieron otras empresas como Plastimarx e Impala, que también fabricaron y distribuyeron sus propios Yo-Yos. Incluso la famosa empresa Flambeau Products Corporation y Jack Russell, en asociación con Coca-Cola, se unieron a esta tendencia global. Incluso presidentes de Estados Unidos como John F. Kennedy, Lyndon Johnson y Richard Nixon fueron vistos disfrutando del Yo-Yo en el Salón Oval de la Casa Blanca, utilizando este juguete como una forma de entretenimiento y relajación.

El Yo-Yo también ha tenido sus momentos estelares fuera de la Tierra. En 1985, durante la expedición del transbordador Discovery, un Yo-Yo se unió a la tripulación en su viaje al espacio, demostrando la popularidad y versatilidad de este juguete.

En Latinoamérica, el Yo-Yo también dejó una huella imborrable. Las principales empresas de bebidas gaseosas, como Coca-Cola, Pepsi, Sprite, Fanta y McDonald's, lanzaron sus propias versiones del Yo-Yo, convirtiéndolo en un artículo de colección muy popular. Incluso se lanzaron líneas de Yo-Yos basadas en la exitosa serie de televisión "Brigada Cola", transmitida por Telefé y protagonizada por Guillermo Francella. Otras marcas, como Rommerz, se promocionaban como "legítimo-profesionales", añadiendo un toque de exclusividad al juego.

Ilustración en una revista francesa de modas (1791) de una mujer jugando con una temprana versión del yoyó entonces conocida como bandalore. / Foto: Wikimedia Commons


La historia del Yo-Yo es un testimonio de cómo un objeto que comenzó como un arma ha evolucionado hasta convertirse en un juguete icónico y entretenido. A lo largo de los siglos, el Yo-Yo ha dejado su marca en diversas culturas y continúa siendo un símbolo de diversión y destreza. ¿Qué recuerdos tienes de este juguete? ¡Comparte tu experiencia y únete a la celebración de la historia del Yo-Yo!

Con su origen en Filipinas y una trayectoria que se remonta hace 2.500 años en Grecia, este juguete ha dejado una huella indeleble en la cultura mundial. Acompáñanos en este recorrido histórico y descubre cómo el Yo-Yo ha evolucionado de ser un arma de caza a convertirse en un popular juguete que ha entretenido a generaciones.

El Yo-Yo tiene sus raíces en China, donde los artesanos lo fabricaban con diversos materiales como madera, metal y terracota. Estas piezas eran decoradas con ilustraciones de dioses, convirtiéndolas en verdaderas obras de arte. Algunos de los primeros ejemplares de Yo-Yo se encuentran exhibidos en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, testigos silenciosos de su larga historia.

En el siglo XVI, en Filipinas, el Yo-Yo adquirió un papel más práctico: se utilizaba como una herramienta de caza. Los nativos trepaban a los árboles y lanzaban el Yo-Yo desde lo alto para golpear a sus presas. Sin embargo, no fue hasta el año 1800 que este juguete llegó a Europa desde Oriente, recibiendo nombres como "Bandarole" o "Quiz" por parte de los ingleses. Incluso el emperador Napoleón Bonaparte encontró diversión en el Yo-Yo.

Pero fue en Estados Unidos donde el Yo-Yo dio un giro significativo en su historia. En 1866, James Haven y Charles Hettrick obtuvieron la patente estadounidense, sentando las bases para su popularización como juguete. Sin embargo, fue en 1928 cuando Pedro Flores, un filipino-estadounidense, abrió la Yo-Yo Manufacturing Company en California. Su éxito fue tal que tuvo que abrir dos fábricas más, empleando a 600 personas y produciendo 300,000 unidades diarias. En 1930, Donald Duncan adquirió la compañía y las fábricas, consolidando aún más la presencia del Yo-Yo en el mercado.

A lo largo de los años, el Yo-Yo continuó su trayectoria en la industria del juguete. En la década de 1960, surgieron otras empresas como Plastimarx e Impala, que también fabricaron y distribuyeron sus propios Yo-Yos. Incluso la famosa empresa Flambeau Products Corporation y Jack Russell, en asociación con Coca-Cola, se unieron a esta tendencia global. Incluso presidentes de Estados Unidos como John F. Kennedy, Lyndon Johnson y Richard Nixon fueron vistos disfrutando del Yo-Yo en el Salón Oval de la Casa Blanca, utilizando este juguete como una forma de entretenimiento y relajación.

El Yo-Yo también ha tenido sus momentos estelares fuera de la Tierra. En 1985, durante la expedición del transbordador Discovery, un Yo-Yo se unió a la tripulación en su viaje al espacio, demostrando la popularidad y versatilidad de este juguete.

En Latinoamérica, el Yo-Yo también dejó una huella imborrable. Las principales empresas de bebidas gaseosas, como Coca-Cola, Pepsi, Sprite, Fanta y McDonald's, lanzaron sus propias versiones del Yo-Yo, convirtiéndolo en un artículo de colección muy popular. Incluso se lanzaron líneas de Yo-Yos basadas en la exitosa serie de televisión "Brigada Cola", transmitida por Telefé y protagonizada por Guillermo Francella. Otras marcas, como Rommerz, se promocionaban como "legítimo-profesionales", añadiendo un toque de exclusividad al juego.

Ilustración en una revista francesa de modas (1791) de una mujer jugando con una temprana versión del yoyó entonces conocida como bandalore. / Foto: Wikimedia Commons


La historia del Yo-Yo es un testimonio de cómo un objeto que comenzó como un arma ha evolucionado hasta convertirse en un juguete icónico y entretenido. A lo largo de los siglos, el Yo-Yo ha dejado su marca en diversas culturas y continúa siendo un símbolo de diversión y destreza. ¿Qué recuerdos tienes de este juguete? ¡Comparte tu experiencia y únete a la celebración de la historia del Yo-Yo!

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