Torreón, Coahuila. - Eri Amezcua era entonces accionista de Santos Laguna, empresarios laguneros hacían un gran esfuerzo para tener un equipo profesional en la máxima división del futbol mexicano, y fue así como juntos y procedentes de su natal Honduras, arribaron a la Comarca Lagunera dos jugadores que dejaron huella por su entrega y cariño hacia los colores.
Eri Ramiro Amezcua informó en aquel entonces sobre la llegada de Juan Flores Madariaga y Eugenio Dolmo Flores.
“Compramos a los dos jugadores porque nos dijeron que ambos se complementaban”, informó entonces Eri Amezcua, accionista del equipo y en esos días también vocero de la organización albiverde.
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Poco a poco este par de centroamericanos se ganó el reconocimiento de la afición, y Carlos “Banana” Ortiz, ya tenía un equipo modesto sí, pero con el corazón suficiente para darle pelea al rival más pintado.
En la gráfica que aquí se presenta aparecen, arriba, de izquierda a derecha:
Carlos Ortiz (DT), Juan Flores, Eugenio Dolmo Flores, Martín Zúñiga, Eligio Torres (paraguayo) y José Antonio Panduro. Abajo; Víctor López, Elías Salgado, Luis Heimen (uruguayo), Sergio Bermúdez, Julio César Armendáriz y Arturo Ríos Negrete.
En aquella década de los noventa Santos Laguna caminaba por un trayecto lleno de obstáculos; el apoyo de las grandes empresas prácticamente no existía, sin embargo, como lo había bautizado el profesor Rubén Matturano, el viejo Estadio Corona ya era la verdadera “Casa del dolor ajeno”. En esos tiempos difíciles y con un grupo de jugadores entregados en defensa de su camiseta, ya se fraguaba lo que años más tarde llegaría a ser el actual Santos Laguna. La intervención de José Miguel Muguerza Juaristi, junto con Grupo Modelo, y ahora Orlegui Deportes, han hecho posible que el sueño hoy sea realidad.
