El estado de Coahuila es amplio y diverso, a lo largo de todo su territorio se desarrollan leyendas y mitos que pasan de generación en generación. Tal es el caso de un ejido, del que se cuenta está maldito y las brujas vuelan por las noches. Te presentamos La Biznaga, el llamado Ejido de las brujas.
Allá, por la década de los 60, la comunidad adquirió la mala fama de ser habitada por hechiceras y brujas, luego de que algunos pobladores contaran la historia de estas festejando transmutadas en aves alrededor del fuego, en uno de sus aquelarres.
Te recomendamos: El Callejón del Diablo: la emblemática leyenda de Saltillo
Uno de los habitantes, de nombre Jacobo, explica que cada que un turista llega y pregunta por las hechiceras, la gente se niega a hablar. Pero que una vez que el fuereño se gana la confianza de los locales estos revelan algunos nombres de mujeres que se dedican a este oficio, tanto en lo blanco como lo negro.
Una de las que practican esto último es Martha Molina, de las pocas que desde algunos años permite que incluso le hagan entrevistas.
Un reportero del Semanario de Coahuila llamado Jesús Peña se adentró en La Biznaga hace algún tiempo y consiguió narrar lo que los habitantes describen como una suerte de guerra, por los constantes hechizos de unos contra otros.
Esta constante pelea es a la que muchos habitantes le atribuyen que gente se ha quedado temporalmente ciega, otros que sean impotentes, que a algunas mujeres les sea imposible embarazarse y otros tantos que no puedan encontrar el amor.
El Panteón de la Bizanaga
Debido a este fenómeno, el suelo del panteón local, mejor conocido como Panteón de la Luz, está plagado con amuletos y hechizos varios. De esta manera las brujas de magia negra entierran ropa para sus amarres, mientras las de magia blanca lo desentierran para liberar de los conjuros a sus clientes.
Según los locales, proceden de Nuevo León, Sinaloa, Querétaro y Saltillo las personas que más llegan a la zona para ser curados de dolencias o resuelvan problemas.
Algunos son escépticos sobre las leyendas del pueblo y otros en verdad evitan entrar o preguntar de las brujas. Pero lo cierto es que esta historia centenaria ha creado un ambiente de misticismo en La Biznaga ’el ejido de las brujas’ ubicado a mitad del semidesierto coahuilense.
