Torreón, Coahuila.- Son las primeras gorditas de hielera de la Comarca Lagunera, un referente de la gastronomía en la región y unas de las más famosas, ricas, picosas y buscadas por la gente.
Empezaron con 50 y ahora venden más de tres mil piezas diarias, cuentan con 11 sucursales y su sabor ha llegado a países como Alemania, Canadá, Japón Estados Unidos e Italia.
Te recomendamos: Lonches El Payo, 18 años complaciendo el paladar de los laguneros: la historia de su éxito
Se llaman ´El Güero´, pero también son conocidas como ´las rojas´, ´las coloradas´, ´las güeras´ y ´las matacrudas´.
En 1985 empezó a escribirse la historia, cuando a doña Otilia Vaquera y a don Amador Vaquera se les ocurrió utilizar una hielera para que se mantuvieran calientitas.
“En ese entonces, mi papá era músico y le regalaron una hielera, y mi mamá le dijo que se la iba a llenar de gorditas para que se fuera a vender, a la gente le gustaron y así nació este negocio”, comentó Ana Candy Vaquera, hija de los fundadores y una de las administradoras.
Son de harina y hay de chicharrón, papa, frijol, huevo y picadillo.
“Pero también tenemos de rajas y tinga los fines de semana”.
Además, ofrecen agua de limón y horchata, así como sus incomparables salsas roja, verde y habanera, “pa´ que amarre”.
Cuando iniciaron, cada gordita costaba 70 centavos y ahora son de 15 pesos.
“El agua cuesta 19, pero es refill, la rellenamos las veces que el cliente pida. En las gorditas, la más vendida, definitivamente, es la de chicharrón”.
De los 11 puestos, los de mayor demanda se ubican en la calle 29 casi esquina con avenida Hidalgo y en Presidente Carranza y Juambelz, en donde están de lunes a domingo desde las 7:00 y 6:00 horas, respectivamente, hasta que se acaben.
“El amor a lo que hacemos y el trato es lo que nos distingue”.
Inician a trabajar desde los primeros minutos del día y son nueve personas las encargadas de hacer los guisos y las gorditas, más un repartidor de empleados y hieleras, y 27 atendiendo las sucursales.
“Todo es casero y no es cierto que las pintamos, el mismo guiso les da el color”.
En ese contexto, Irene Vaquera, otra de las administradoras e hija Otilia y Amador, externó que lo más bonito de la trayectoria del negocio es el reconocimiento de la gente.
Y es que han ido famosos como Pablo Montero, Carmelita Salinas, Vita Uva y la mayoría de los futbolistas del Club Santos Laguna, además de personas que fueron desde su juventud, luego con sus hijos y después con sus nietos.
“Además, aquí se han conocido parejas, empezaron como novios comiendo las gorditas, se casaron, tuvieron hijos y siguen viniendo”.
Sin embargo, también hay experiencias amargas y la que más les afectó fue la vez que se difundió en redes sociales una fotografía de las gorditas con dos cucarachas. Sucedió en el 2012.
Se trató de un montaje de alguien que los quiso extorsionar, es decir, les pidió dinero por no dar a conocer la imagen, la cual era totalmente falsa.
“Nos quisieron extorsionar. Sufrimos mucho, nos afectó psicológicamente a todos, pero siempre dimos la cara. Vino una persona a pedirle dinero a mi papá, pero él le dijo que no y subió la foto a redes sociales”.
“La foto traía dos cucarachas, pero se las pusieron, porque nosotros tenemos higiene y control de calidad en los productos, porque también de aquí comemos. Lamentablemente la gente empezó a desconfiar de nosotros y sí nos perjudicó, nos gritaban cosas y las ventas cayeron”.
No obstante, la misma gente que los conoce los respaldó, lograron la adversidad y continúan en la preferencia de los comensales locales, nacionales y extranjeros.
Para Edgar Vaquera, nieto de los fundadores, algo que atrae mucho a la población son sus salsas, que son de jalapeño verde, rojo y habanero.
“Nosotros somos la segunda generación, pues mi mamá y tías empezaron con mis abuelos. Entre todos se hizo un equipo para ayudar”.
“Y sí, las salsas son fundamentales. La más pedida es la roja. Hay quienes le echan unas gotitas y otros las bañan en salsa. Como buenos mexicanos nos gusta lo picoso. Empezamos con la roja y verde de jalapeño, pero una tía quiso innovar, inventó la de habanero y ahora es una de las más pedidas”.
Para llevar las gorditas al extranjero, los clientes esperan a que se enfríen y las congelan.
Cabe mencionar que como parte de su labor social y agradecimiento a los laguneros que los han mantenido como uno de los líderes gorderos durante 37 años, las que sobran las regalan en hospitales, a bomberos, centros de rehabilitación, a sus vecinos, en Abastos y a sus propios trabajadores.
“Nunca se reciclan las gorditas. Todos los días son recién hechas”.
