El estado de Guanajuato, gobernado desde principios de los años 90 por el Partido Acción Nacional (PAN), es uno de los estados más violentos de la República Mexicana. Entiendo bien que no es el único. Otras entidades del país, en cuanto a índices de violencia, se le acercan mucho al estado que es reconocido como la cuna de la Independencia de México.
En cinco años se dispararon en dicha entidad las cifras de homicidios dolosos, alcanzando el nivel más alto de todos los estados del país, esto de acuerdo con el compilado realizado por TResearch, al cierre del primer bimestre de 2024.
En la tierra del padre de la patria, Miguel Hidalgo y Costilla, han ocurrido diversos episodios de violencia. Lo más reciente es lo sucedido el pasado lunes en San Miguel Octopan: en pleno acto proselitista y en presencia de sus simpatizantes, dos sicarios a bordo de una motocicleta segaron violentamente la vida de Bertha Gisela Gaytán Gutiérrez, una candidata joven del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la alcaldía de Celaya.
Los hechos sangrientos ocurrieron en la comunidad de San Miguel Octopan, la segunda localidad más poblada del municipio celayense, con cerca de 15 mil habitantes. En el mismo lugar fue herido Adrián Guerrero, candidato a regidor morenista, quien está aún con vida, esto después de que algunos integrantes de su partido informaron que había muerto, y de que el gobierno de Guanajuato confirmara su "no localización".
Las investigaciones están en curso y no se sabe aún quién asesinó a Gaytán Gutiérrez, quien antes de su muerte había hecho pública en redes sociales su decisión de trabajar en el campo de la seguridad para quitarle a Celaya el deshonroso título que alcanzó en 2023 como la ciudad más violenta del mundo.
A continuación, algunas de sus propuestas en materia de seguridad, que irían acompañadas de escucha, atención y entendimiento a la población:
"Hacer públicas las decisiones presupuestales para abatir corrupción y opacidad; apostar por la capacitación mejor estructurada para cuerpos de seguridad, mejores condiciones laborales, aumento de cámaras de videovigilancia y aumento de iluminación".
Luego de este acto de violencia política, diversos actores políticos hicieron públicas sus condolencias, mientras que otros comenzaron a especular y a repartir culpas a diestra y siniestra. Ricardo Sheffield, aspirante al Senado por Morena, responsabilizó al gobernador guanajuatense, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, "porque la primera obligación de un gobernador es garantizar la seguridad de sus gobernados", dijo. En respuesta a este señalamiento, Jesús Oviedo, secretario de gobierno en Guanajuato, aseguró que "Morena no solicitó la seguridad en apego a los protocolos".
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha insistido en la remoción de Carlos Zamarripa como fiscal de Guanajuato, dijo sobre el panista Diego Sinhue: "gobierna pero no manda; lamentable, es buena persona". Aseguró que en ese estado "hay un grupo que manda y que tiene más poder que el propio Gobernador".
Una cosa es bastante cierta: tras este crimen atroz seguirá la guerra de declaraciones de un lado y otro, y continuarán también las campañas políticas, por lo que es necesario que, por bien de la democracia de nuestro país, los responsables de brindar seguridad a los candidatos cumplan su tarea en tiempo y forma.
X: @armayacastro
