/ miércoles 4 de mayo de 2022

No, papá, no tengo novio

¿Estoy buscando pareja porque es el mandato social o la estoy buscando porque es mi deseo? Esta es la pregunta que dio pie al documental de Mariona Guiu y Ariadna Relea, Singled Out (Señaladas).

Es la historia de cinco mujeres, cuatro países y un denominador: treintañeras profesionistas que no tienen pareja. Todas viven con el estigma de la “solterona” porque en sus círculos sociales pareciera no ser suficiente su nivel de estudios ni especialización, lo que impera es la ausencia de pareja y de hijas e hijos.

El documental cuenta la historia en primera persona de estas cinco mujeres que habitan en China, Turquía, Australia y Barcelona. Y no importa el espacio geográfico, la realidad de una es la de todas y muchas en el resto del mundo, porque “puedes llegar a pensar que es problema tuyo, y más por esa idea que está metida tan adentro de que el fin que debes cumplir es casarte y reproducirte”, como cuenta Relea.

A lo largo de este trabajo visual se exponen ideas como la aspiración de una vida en pareja, la falta de referentes en torno a la soltería femenina y el reforzamiento de estereotipos que se perpetúan en otras películas, series o programas televisivos: las mujeres solteras representadas como si fuera el declive de su vida, beben en bares, tienen la casa desordenada, lloran por todo y algunas en profesiones “masculinizadas”.

Para las protagonistas de Singled Out es una constante la explicación de su soltería. “No, papá, no tengo novio”, “Sí, seguramente ya encontraré al amor de mi vida”, son las respuestas más comunes y a las que se han acostumbrado para dar un poco de calma al acoso en los círculos sociales y familiares.

Ideas erróneas como que se te va a pasar el tren, te vas quedar a vestir santos, o serás la mujer de los gatos solo contribuyen a reforzar lo que ha dejado a su paso el patriarcado y el machismo con el mito del amor romántico.

Hay que dejar de creer en el modelo del amor que ya no corresponde con nuestras condiciones sociales y pensamientos. El éxito, el desarrollo y la vida de una mujer no se miden con el matrimonio y los hijos. Las mujeres tenemos derecho al reconocimiento por el simple hecho de ser nosotras.

¿Estoy buscando pareja porque es el mandato social o la estoy buscando porque es mi deseo? Esta es la pregunta que dio pie al documental de Mariona Guiu y Ariadna Relea, Singled Out (Señaladas).

Es la historia de cinco mujeres, cuatro países y un denominador: treintañeras profesionistas que no tienen pareja. Todas viven con el estigma de la “solterona” porque en sus círculos sociales pareciera no ser suficiente su nivel de estudios ni especialización, lo que impera es la ausencia de pareja y de hijas e hijos.

El documental cuenta la historia en primera persona de estas cinco mujeres que habitan en China, Turquía, Australia y Barcelona. Y no importa el espacio geográfico, la realidad de una es la de todas y muchas en el resto del mundo, porque “puedes llegar a pensar que es problema tuyo, y más por esa idea que está metida tan adentro de que el fin que debes cumplir es casarte y reproducirte”, como cuenta Relea.

A lo largo de este trabajo visual se exponen ideas como la aspiración de una vida en pareja, la falta de referentes en torno a la soltería femenina y el reforzamiento de estereotipos que se perpetúan en otras películas, series o programas televisivos: las mujeres solteras representadas como si fuera el declive de su vida, beben en bares, tienen la casa desordenada, lloran por todo y algunas en profesiones “masculinizadas”.

Para las protagonistas de Singled Out es una constante la explicación de su soltería. “No, papá, no tengo novio”, “Sí, seguramente ya encontraré al amor de mi vida”, son las respuestas más comunes y a las que se han acostumbrado para dar un poco de calma al acoso en los círculos sociales y familiares.

Ideas erróneas como que se te va a pasar el tren, te vas quedar a vestir santos, o serás la mujer de los gatos solo contribuyen a reforzar lo que ha dejado a su paso el patriarcado y el machismo con el mito del amor romántico.

Hay que dejar de creer en el modelo del amor que ya no corresponde con nuestras condiciones sociales y pensamientos. El éxito, el desarrollo y la vida de una mujer no se miden con el matrimonio y los hijos. Las mujeres tenemos derecho al reconocimiento por el simple hecho de ser nosotras.