/ miércoles 30 de agosto de 2023

Por no darle un beso de buenas noches, joven atenta contra su vida

La mujer se había disgustado con su esposo desde el día anterior debido a la omisión de un simple gesto de afecto antes de acostarse

Saltillo, Coahuila- Una discusión acalorada con su esposo debido a la falta de un "beso de buenas noches" llevó a una joven de 22 años a intentar quitarse la vida en la colonia Satélite Sur. La mujer, identificada como Marisa, tomó cantidades significativas de productos de limpieza en un acto de desesperación, lo que resultó en una grave intoxicación.

Los eventos tuvieron lugar en la calle Guillermo Luzurriaga, donde la mujer se había disgustado con su esposo desde el día anterior debido a la omisión de un simple gesto de afecto antes de acostarse. La situación de tensión continuó el día siguiente, cuando la joven seguía molesta y se negaba a hablarle a su esposo.

Este silencio causó indiferencia por parte del marido, lo que aumentó la frustración de Marisa. En un acto impulsivo, decidió consumir una combinación de productos de limpieza, incluyendo ácido muriático, provocándose un fuerte dolor estomacal y una peligrosa intoxicación. Los síntomas de su angustia no pasaron desapercibidos para su esposo, Ángel.

Al ingresar a la habitación, Ángel se encontró con una escena alarmante: Marisa yacía en el suelo junto a un charco de vómito y rastros de los químicos ingeridos. Consciente de la gravedad de la situación, decidió trasladarla de inmediato a un hospital para recibir atención médica urgente.

Saltillo, Coahuila- Una discusión acalorada con su esposo debido a la falta de un "beso de buenas noches" llevó a una joven de 22 años a intentar quitarse la vida en la colonia Satélite Sur. La mujer, identificada como Marisa, tomó cantidades significativas de productos de limpieza en un acto de desesperación, lo que resultó en una grave intoxicación.

Los eventos tuvieron lugar en la calle Guillermo Luzurriaga, donde la mujer se había disgustado con su esposo desde el día anterior debido a la omisión de un simple gesto de afecto antes de acostarse. La situación de tensión continuó el día siguiente, cuando la joven seguía molesta y se negaba a hablarle a su esposo.

Este silencio causó indiferencia por parte del marido, lo que aumentó la frustración de Marisa. En un acto impulsivo, decidió consumir una combinación de productos de limpieza, incluyendo ácido muriático, provocándose un fuerte dolor estomacal y una peligrosa intoxicación. Los síntomas de su angustia no pasaron desapercibidos para su esposo, Ángel.

Al ingresar a la habitación, Ángel se encontró con una escena alarmante: Marisa yacía en el suelo junto a un charco de vómito y rastros de los químicos ingeridos. Consciente de la gravedad de la situación, decidió trasladarla de inmediato a un hospital para recibir atención médica urgente.

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