Torreón, Coahuila.- Este fin de semana se dio a conocer el caso de María, una mujer de Chávez que ha sido amenazada de muerte por parte de Gabriel, quien además invadió su casa.
Se conocieron hace ocho años vía Internet y él poco a poco se fue ganando su confianza, al grado de decirle que la quería conocer en persona, por lo que accedió y se vino a vivir con ella.
Ya en La Laguna le confesó que estuvo preso 12 años en Estados Unidos por diversos delitos, entre ellos asesinatos.
La relación siguió, pero Gabriel no tardó en demostrar su explosividad y agresividad, por lo que le pidió que se fuera, a lo que respondió que no podía dejarlo o la iba a matar, le iba a cortar el cuello y le entregaría a su hijo muerto y bañado en sangre.
Es por eso que María se tuvo que salir de su propia casa, pues teme por su vida y la de su familia, por lo que también interpuso la denuncia correspondiente.
No obstante, el Ministerio Público de Chávez no ha brindado la atención integral a la mujer, no le han dado protección, no ha notificado a Gabriel de la demanda y tampoco lo han sacado de la vivienda.
También ha pedido ayuda a otras dependencias y poco caso le han hecho.
“La policía no está haciendo su trabajo. También he hablado a la Línea de la Mujer y nadie me ha dado un norte de lo que lo que debo de hacer. Nadie me ha ayudado a sacar a esta persona. Todos me dicen que vaya a donde puse la denuncia y donde puse la denuncia no hacen nada”, dijo.
Fue el pasado viernes 7 de mayo cuando puso la denuncia y, desde entonces, no le ha resuelto nada.
“A la fecha, no le han entregado la notificación. Las autoridades no están haciendo nada, pese a que se trata de violencia de género. Por eso las mujeres no se atreven a denunciar, porque no se hace nada”, manifestó.
En ese contexto, María señaló que el Ministerio Público le informó que le darían protección, “que una patrulla estaría conmigo en caso de que él se presente, y no hay nada”.
“Solamente me acompañaron a sacar mis cosas de mi propia casa”, indicó.
Ante la incompetencia de las autoridades, prefirió irse de la ciudad mientras Gabriel, quien amenazó de muerte a ella y su familia, sigue libre invadiendo la casa.
El llamado es a la Fiscalía de Coahuila, al Centro de Justicia para la Mujer y a los colectivos feministas, a fin de que hagan algo y este caso no termine en tragedia.
