Torreón, Coahuila. – Alrededor de las 3:00 horas de este martes en un vehículo particular trasladaron a la Cruz Roja a una joven mujer, identificada como Ana María Guadalupe, de 23 años de edad, que acababa de dar a luz y a su bebé la llevaba en brazos.
Paramédicos le brindaron los primeros auxilios y tanto la nueva madre como la recién nacida fueron reportadas como estables y fuera de peligro.
Sin embargo, se percataron que ella estaba intoxicada y con un golpe y rasguño en el rostro, por lo que se dio aviso a las autoridades.
El caso fue atendido por agentes de la Fiscalía de Coahuila y personal del Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, así como de la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF).
Descartaron que tuviera su parto debido a agresiones físicas de su pareja a un lado de contenedores de basura en la colonia Hogares Ferrocarrileros ya que las investigaciones indican que sucedió al interior del automóvil, versión confirmada por el personal de salud.
Lo que también se reveló es que, pese a sus siete meses de embarazo, se había intoxicado con la droga conocida como cristal, de hecho, no es la primera vez que tiene problemas de adicción.
Al mediodía, en la Cruz Roja estaban Patricia, mamá de Ana María Guadalupe, y Marisol, su hermana, quienes coincidieron que traía un golpe y un rasguño en el rostro, del lado derecho, pero que no saben si realmente se lo hizo su pareja, ya que tampoco lo conocen.
“Ella se salió el año pasado de la casa, dijo que se iba a vivir a la Ferro con una persona que conoció, que solo sabemos que es un señor, y que no quería que la buscáramos. Sabíamos que estaba embarazada, pero no de quién, ni tampoco sabemos su domicilio, solo la colonia”, dijo Marisol, la hermana.
“Nos marcaron como a las 3 de la mañana, para decirnos que estaba en la Cruz Roja, nosotras llegamos como a las 6:30-7, pues somos de bajos recursos y tuvimos que esperar el camión. Realmente no sabemos si la agredieron, pero si andaba intoxicada”, indicó.
Ana María Guadalupe ya había estado en un anexo por su adicción al cristal, en donde duró internada un año.
Por su parte, la mamá, Patricia, dijo: “Me comentaron los de PRONNIF que nos iban a quitar a la bebé, por un tiempo, en lo que se llevaban a cabo las investigaciones, pues mi hija sigue drogándose”.
“Yo ya pasé a ver a mi hija, aquí en la Cruz Roja y ella y mi nieta, gracias a Dios, están bien”.
Durante un recorrido realizado por Hogares Ferrocarrileros, vecinos manifestaron no haber escuchado ni visto nada, además de tampoco conocer a la joven madre.