ROMA, Italia.- La incertidumbre política sigue reinando en Italia. La complicada formación del Gobierno sigue prevaleciendo, con continuos cambios de posición y de intentos por encontrar el remedio menos cruento para la población, pero sin que se vislumbre de manera concreta en las próximas horas, una solución efectiva.
Tras el fracaso de la pareja política integrada por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga, a causa del veto del presidente de la República, Sergio Mattarella, a la candidatura de Paolo Savona a ministro de economía a causa de su posición crítica al sistema monetario de la Unión Europea (UE), el mismo jefe del Estado optó el lunes pasado por una decisión transitoria: un ejecutivo “técnico”, formado por el economista Carlo Cottarelli.
Sin embargo, este gobierno, llamado “del presidente”, sin mayoría en el parlamento y por lo tanto destinado a morir rápidamente, se ocuparía en práctica de atender solamente los asuntos de la normal y cotidiana administración y de llevar al país a nuevas elecciones, pero sin poder asumir iniciativas a nivel político. La fecha de las nuevas elecciones sería a principios de octubre.
Sin embargo, la que algunos observadores ya definen “la telenovela política italiana” se enriqueció de un nuevo capítulo. El líder del M5E, Luigi di Maio, que 48 horas antes había atribuido el delito de “alta traición” a Mattarella, dio un imprevista marcha atrás, renunciando al “impeachment” y declarándose dispuesto a negociar nuevamente para la formación de un ejecutivo, sustituyendo en la lista de ministros a Paolo Savona, la “manzana de la discordia” del fracaso de la formación del gobierno.
El jefe del Estado no se pronuncio a este respecto, aunque pidió a Cottarelli que se mantuviera en “stand by”. Por su parte, el socio de Luigi Di Maio, es decir, el líder de la Liga, Matteo Salvini, se mostro reacio a esa posibilidad, afirmando que “no estamos en un mercado...”. Y pidió contemporáneamente a Mattarella que estableciera la fecha de las nuevas elecciones. Sin embargo, también se declaró dispuesto a “colaborar” en un gobierno político de emergencia para afrontar los problemas y los compromisos presentes y elaborar el presupuesto económico para el próximo bienio En este caso, las nuevas elecciones serían en octubre. Cabe señalar en este contexto, que Di Maio y el mismo Carlo Cottarelli fueron recibidos informalmente este miércoles por el presidente de la República.
Es previsible que Mattarella tomara su decisión este jueves o a mas tardar el viernes próximo. El imperativo es encontrar con urgencia una solución a la crisis que dura desde hace casi tres meses.
Como se podrá constatar la situación es bastante confusa, con las consiguientes polémicas, inclusive entre los medios de comunicación y de opinión de diverso “color” político, con los inevitables efectos negativos y sobre todo inciertos sobre el próximo futuro político y económico, para la población. Sin contar con las preocupantes consecuencias del nerviosismo de los mercados financieros, que en los últimos días ya han provocado serios daños a la situación económica italiana, ya bastante delicada.