Con el objetivo de mitigar las consecuencias que trae consigo el cambio climático, lo que se experimentó ya con las altas temperaturas de la tercera ola de calor en el país, se debe de pensar en impulsar campañas permanente de reforestación en las zonas urbanas del estado.
Al destacar lo anterior, la diputada Claudia Elvira Rodríguez Márquez externó que una zona arbolada impacta en el sector inmobiliario, ya que los paisajes urbanos que incluyen árboles aumentan el valor de la propiedad hasta en un 20%.
Enfatizó que “Los árboles urbanos constituyen un patrimonio verde y natural de las ciudades. Además de embellecer y dar color a las calles y veredas, aportan oxígeno y desempeñan un papel importante en la mitigación del cambio climático, puesto que un árbol maduro puede absorber hasta 150 kg de gases nocivos al año”.
Mientras que su beneficios son múltiples porque los árboles funcionan como filtros para los contaminantes urbanos, tales como el polvo, la suciedad y el humo, además de actuar como cortavientos que reducen los requerimientos de calefacción en invierno.
De la misma manera brindan sombra en los meses de verano, ayudando a enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados, lo cual reduce el uso de los aires acondicionados.
Por ello en su convocatoria de reforestación pidió que participen los 38 municipios de la entidad, para que pongan en marcha una campaña de arbolado urbano, en la que para iniciar se debe elaborar un censo, para luego proceder a forestar plazas públicas.
Comentó que también ahora cobra importancia la selección de especies adecuadas que se plantarán a lo cual se debe de poner énfasis en el uso de plantas nativas de cada región, las técnicas de plantación y poda como estrategias de adaptación al espacio urbano.
Habló de lo relevante que es el contar con un censo forestal, correctamente planificado, donde se haya empleado la tecnología como herramienta de medición y evaluación del arbolado de alineación.
Precisó que no solo se debe de juntar números y saber cuántos árboles tiene un municipio, sino que también esto sirva para planificar las acciones a realizar en el corto, mediano y largo plazo.
En el corto plazo se podrían realizar las podas y extracciones y reubicación que tengan prioridad de urgente, en el mediano plazo, se repondrían ejemplares o se plantearían las potenciales zonas de forestación.
En tanto que a largo plazo, la planificación debe continuar, definir un modelo de arbolado urbano a seguir, para determinar las especies que se van a utilizar para la reforestación de árboles extraídos o para las nuevas urbanizaciones.
