Roberto, invadido por el miedo y preocupación decidió realizarse la prueba rápida de detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), acudió a un centro de salud donde las realizan completamente gratis. Un pinchazo en el dedo índice, una gota de sangre en una tira reactiva y 20 minutos de espera, le dejó un resultado positivo y la mente completamente desecha, con el ánimo por los suelos al grado de pensar que para él, con tan sólo 25 años todo ya había terminado, al haber sido alcanzado por un padecimiento incurable.
Si no estás preparado emocionalmente es difícil recibir los resultados positivos, los primeros pensamientos que se vienen son los creados por los estigmas de la sociedad; eres VIH positivo y tu vida está acabada, además están las habladurías de la gente donde pasas a ser “panchita la que está infectada”, esto por la desinformación que se tiene acerca de este tema.
Desafortunadamente, el joven se acercó a un centro donde no cuentan con una correcta aplicación de pruebas rápidas, pues aunque no requieran contar con una infraestructura compleja para la realización de la misma, se necesita consejería pre y post que ayuden a reducir el nivel de angustia en el usuario, y sobre todo evitar depresión e incluso, intentos suicidas en quien se lo realice.
En shock se quedó Roberto, aunque con miles de pensamientos negativos en su cabeza, luego de unos minutos de haber recibido la noticia reaccionó con un llanto inconsolable, el personal del centro sin saber que hacer decidió pedir ayuda al Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del VIH e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS).
Esta situación se presenta en la mayoría de los laboratorios particulares de la ciudad, “sólo les entregan el sobre y los dejan irse, aún y cuando el resultado es positivo”, manifestó Linda Quiñones, psicóloga tratante del CAPASITS, señalando que estos deberían de contar con un departamento de consejería pues es importante saber que se puede prevenir un intento de suicidio ante un resultado negativo.
Habrá algunos que salgan de algún laboratorio sin rumbo, con un sobre en la mano que contiene un resultado positivo, con miedo, vergüenza, tristeza, sin ganas de seguir viviendo, esto por las creencias erróneas que se tienen sobre la enfermedad.
El VIH es el Virus de Inmunodeficiencia Humana, ataca al sistema inmunológico de defensas y el no contar con el tratamiento a tiempo deja al organismo a expensas de enfermedades que, de otro modo no afectarían, como una gripa que rápidamente se puede convertir en neumonía, explicó.
Brenda Ramírez Segovia, psicóloga tratante del CAPASITS.
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Al no tratarse el VIH adecuadamente y con el paso del tiempo se puede llegar a desarrollar el sida, Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, en esta etapa ya se presentan síntomas tales como una simple gripa que no se quita, llaguitas en la boca, cansancio severo, diarreas, aunque no hay una regla, en cada organismo se manifiesta de manera y tiempo diferente, explicó Ramírez Segovia.
“Hay personas que pueden durar hasta 20 con VIH y no tener síntomas, sin embargo hay personas que se contagiaron y en cinco años ya los tienen”, manifestó Linda Quiñones, psicóloga tratante del CAPASITS.
Según datos del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (CENSIDA), el SIDA es Síndrome; conjunto de signos y síntomas de la enfermedad, Inmune; se refiere al sistema de defensas, llamado sistema inmunológico, encargado de reconocer y eliminar a los microorganismos dañinos, Deficiencia; función insuficiente. La inmunodeficiencia hace que el organismo quede expuesto a numerosas infecciones oportunistas como hongos, bacterias, virus o parásitos, Adquirida; hace referencia a que esta enfermedad no se hereda, sino que se puede contraer en cualquier momento de la vida.
La ventaja que dejan los grandes desarrollos tecnológicos es que los con los antirretrovirales la esperanza de vida de una persona con VIH es de más de 55 años, señaló Linda Quiñones.
Ambas psicólogas explicaron que los modos más comunes de transmisión del VIH son por relaciones sexuales sin protección con una pareja infectada, durante el coito el virus se penetra en el cuerpo a través del revestimiento mucoso de la vagina, la vulva, el pene y el recto.
Otra situación de riesgo es la perinatal, o sea durante el embarazo, el parto o la leche materna, aunque resaltó Linda Quiñones que aunque una mujer viva con VIH puede tener bebé sin que él esté lo tenga.
Una vía más de transmisión es el contacto directo con sangre infectada, que es el caso más frecuente entre los consumidores de drogas inyectables, que comparten jeringas o agujas portadoras del virus.
Brenda Ramírez Segovia, explicó que en los años 80s el VIH se transmitía bastante mediante transfusiones de sangre porque no llevaban un adecuado control de calidad. Actualmente esta situación ya no existe, pues en México toda la sangre que se transfunde debe ser sometida a pruebas de laboratorio para determinar que no tiene VIH y otro tipo de virus.
Desafortunadamente se tiene el prejuicio que realizarse la prueba del VIH es solo para sexoservidores o de homosexuales, sin embargo comentó Brenda Ramírez que actualmente mucha población heterosexual vive con el virus, “en el CAPASITS el 100 por ciento de las mujeres que tienen VIH son amas de casa o estudiantes”.
Es importante recalcar que tener VIH no es lo mismo que tener sida, éste es la fase avanzada de la infección, la cual se determina en el organismo cuando los linfocitos CD-4 han bajado de su nivel normal de entre 800 y 1200 por mililitro cubico de sangre hasta 200 mm3.
DATO EXTRA
Actualmente aún se enfrentan a distintas formas de discriminación; chistes ofensivos, lenguaje discriminatorio, incluso, negación de servicios o acceso a empleos.
