Torreón, Coahuila.- A sanciones que en la mayoría de los casos pueden variar entre los dos mil y los seis mil pesos pueden hacerse acreedores quienes de manera reincidente, después de haber sido llamados a guardar orden, sean señalados y confirmados como vecinos ruidosos.

Así, aún cuando la aplicación de sanciones económicas se justifica desde que se constata un caso de contaminación auditiva a partir de un primer reporte, se le brinda al infractor la posibilidad de corregir su conducta para evitar generar molestias a sus vecinos, ya que el objetivo central que se persigue no es el recaudatorio.

Así lo manifestó el titular de la Dirección de Inspección y Verificación Municipal, Raúl Rodríguez García al referirse a la dinámica a la cual se ha sujetado desde el inicio del año el denominado Programa Antirruido, con el que se busca dar respuesta a las quejas y reportes ciudadanos relacionadas por lo general con música reproducida en equipos de reproducción de sonido a alto volumen.

Indicó que en el transcurso de los últimos dos meses los inspectores a su cargo han atendido alrededor de 20 casos de vecinos ruidosos, en los que no se hizo necesario levantar actas de sanción debido a que los involucrados atendieron el llamado de atención que se les hizo y evitaron reincidir.

Llama la atención que la mayoría de los casos atendidos hasta ahora corresponden a reportes generados durante las últimos días de febrero, lo que hace suponer que podrían incrementarse en lo sucesivo y en especial una vez que se generalice el clima cálido en la región, pues se trata de un factor propicio para algunas actividades sociales que suelen amenizarse con música.

Rodríguez García explica que es a través de los números telefónicos 911 y 073 de Atención Ciudadana como cualquier persona puede generar un reporte de contaminación auditiva para que sea atendido de inmediato por los inspectores municipales.

Para estos casos, el personal de la dependencia municipal cuenta con un equipo especial que mide en decibeles el volumen de la música que generan los llamados vecinos ruidosos.

Cabe señalar que de acuerdo con lo establecido en la correspondiente reglamentación municipal, el volumen máximo del sonido musical no debe superar los 65 decibeles dentro de un horario de seis de la mañana a 10 de la noche, y de 60 de 10 de la noche a seis de la mañana. Por encima de estos niveles, siempre estará justificada una queja ciudadana y por tanto la posibilidad de una multa.