Todo tipo de desechos que incluyen escombro, restos de poda y basura doméstica, entre otras cosas se concentran una vez más junto a la margen derecha del lecho seco del Río Nazas, en el extremo poniente de la ciudad, luego de la reciente reapertura de un centro de transferencia que permaneció en inactividad mientras se realizaron en la zona obras correspondientes al proyecto de Agua Saludable para La Laguna.
Fue hace por lo menos tres semanas cuando el espacio volvió a quedar a disposición de la ciudadanía, y especialmente de los llamados carretoneros y otras personas que ofrecen servicios de carga y transporte de desechos, según lo confirmó el director general de Servicios Públicos en Torreón, Fernando Villarreal Cuéllar.
El funcionario reconoció que muy rápidamente, luego de que estuvo fuera de operación durante más de un mes, el servicio que brinda el centro de transferencia ha vuelto a ser muy demandado, por lo que es común ver en el lugar la presencia de un importante cúmulo de desechos, aun cuando se realizan labores de limpieza y traslado cada dos días.
Estimó que solamente en ese lugar se reciben para ser luego trasladados a un destino final adecuado, un promedio de dos mil 500 metros cúbicos de escombro, materiales de desecho que normalmente provienen de obras domésticas de construcción o remodelación.
Igualmente, en este caso con el respaldo de la empresa Promotora Ambiental, concesionaria del servicio de limpieza, cada mes se reciben a través de tolvas y se transfieren al relleno sanitario, un promedio de 100 tonelada de basura ordinaria.
Villarreal Cuéllar recordó que actualmente en Torreón se cuenta con un total de nueve centros de transferencia que se encuentran ubicados de manera estratégica en distintos puntos de la ciudad.
Reconoció que mientras estuvo fuera de servicio el ubicado junto al lecho del Río Nazas en las inmediaciones del puente negro del Ferrocarril, sus usuarios tuvieron que estar acudiendo a otros centros de transferencia cercanos, concretamente el de la colonia Compresora y el cercano al Vivero Municipal, donde por lo tanto fue necesario intensificar el trabajo debido a un incremento en el volumen de desechos en recepción.
