/ miércoles 8 de febrero de 2023

Persisten quejas contra operación de Marmolera en el ejido San Agustín

Funciona regularmente, pero debe hacer adecuaciones a favor de una sana convivencia: Susana Estens

Aun cuando reconoció que la procesadora de mármol identificada como Minerales Riviera funciona de manera regular, con todas las autorizaciones oficiales con las que debe contar una empresa de este giro, lo que está supeditado al cumplimiento de lo que establece la normativa vigente en materia de control de emisiones contaminantes, la titular de la Dirección Municipal del Medio Ambiente, Susana Estens de la Garza, consideró sumamente necesario que a favor de una sana convivencia, sus propietarios se decidan a hacer las adecuaciones que sean necesarias en sus procesos a fin de no generar más molestias entre las miles de familias que viven en su entorno.

La funcionaria comentó lo anterior enterada de las quejas que periódicamente suelen hacer públicas los habitantes de al menos tres secciones o circuitos cerrados del fraccionamiento Villa de las Palmas del llamado Distrito Viñedos, relacionadas tanto con emisiones al ambiente de polvos o particular como de contaminación auditiva, además de que igualmente se señalan supuestas irregularidades en materia del uso de la red de drenaje.

Las instalaciones de Minerales Rivera se ubican precisamente junto a la comunidad ejidal de San Agustín, y colindan con el Distrito Viñedos, del que sólo la separan los altos muros que la propia empresa erigió para tratar de mitigar las molestias que sus operaciones generan.

Son los vecinos de los circuitos Azor, Agave y Colibrí quienes se muestran inconformes al asegurar que las autoridades ambientales municipales y estatales no han atendido sus inquietudes relacionadas con perjuicios que, sostienen, igualmente afectan a los habitantes del ejido.

Cuestionada al respecto, Estens de la Garza dice estar al tanto del proceso que, durante los últimos años, desde el 2018 ha tenido que desarrollar Minerales Riviera para mantenerse en orden, y que se inició con el trámite y autorización del necesario cambio de uso de suelo del predio donde se ubican sus instalaciones, donde inicialmente solo funcionaron sus oficinas para posteriormente, desde el 2019, iniciar ya sus operaciones en el procesamiento de productos de piezas de mármol.

Cuenta con su manifiesto de impacto ambiental debidamente elaborado y validado, y para operar tiene autorizaciones de diversas instancias que van desde Protección Civil hasta autoridades ambientales, y por estar sujeta a una serie de requisitos que cubre, nada le ha impedido hasta ahora refrendar anualmente su licencia municipal de funcionamiento.

Sobre una de las quejas más sentidas de los colonos, la funcionaria sostiene que está sustentado en documentos oficialmente validados, que la empresa cumple con mantener por debajo de los máximos parámetros permisibles sus emisiones contaminantes tanto en partículas como en lo que a ruido se refiere. Esto lo constatan estudios realizados por laboratorios especializados y certificados, que no están hechos al vapor, agregó.

Sin embargo, la directora de Medio Ambiente, advierte que definitivamente Minerales Riviera debe seguir haciendo adecuaciones en sus instalaciones, al tomar en cuenta que aún con lo hecho hasta ahora en materia de cumplimiento, sus vecinos no están contentos y que, en definitiva, en casos como este la ley termina por proteger más al ciudadano que a una empresa.

Por su parte, Glenda Quintero Carrillo, coordinadora en la región Laguna de la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) del Gobierno de Coahuila, recordó que hace aproximadamente un año y medio la institución constató que los estudios de monitoreo para la medición de las emisiones contaminantes de partículas y de ruido de la compañía marmolera mostraban entonces niveles por encima de los máximos niveles permitidos.

Ante tal situación, dijo, el caso se turnó a la Procuraduría de Protección al Ambiente de Coahuila como instancia competente en materia de vigilancia e inspección, para que se encargará de constatar la situación y exigir la aplicación de las necesarias medidas de corrección en un proceso cuyos resultados no se han reportado aún a la SMA.

En tanto, Minerales Riviera, en voz de su administradora Anahí Hernández, sostiene de manera categórica que sus operaciones están sujetas a condiciones totalmente regulares, al contar con todas las autorizaciones necesarias vigentes y en regla, entre estas nada menos que la licencia municipal de funcionamiento recién refrendada para el período 2023.

Al exhibir, además de la licencia de funcionamiento, documentos tales como la autorización del cambio de uso de suelo que se tramitó antes de construir las instalaciones de la planta, un manifiesto de impacto ambiental que data del año 2018 y resultados de los estudios de laboratorio alusivos al cumplimiento de la normativa vigente en materia de emisiones de partículas y de ruido, entre otros, la administradora insiste que no hay en realidad ninguna irregularidad, aunque reconoce que ya en anteriores ocasiones ha habido quejas de los vecinos del sector residencial cercano a la planta.

Destaca que la empresa es la más preocupada por mantenerse en orden y vigente en sus actividades económicas que le dan empleo de manera directa a cerca de 400 personas, por lo que dentro del cumplimiento de las exigencias legales en materia ambiental, cuenta con su propia planta tratadora de aguas residuales, con lo que sustenta una buena parte de sus procesos con la reutilización de líquido que necesita para su sistema de corte de piezas de mármol.

Es así, dijo, como las únicas descargas de aguas residuales que genera Minerales Riviera, son las que se generan en los sanitarios de las oficinas administrativas.

Aun cuando reconoció que la procesadora de mármol identificada como Minerales Riviera funciona de manera regular, con todas las autorizaciones oficiales con las que debe contar una empresa de este giro, lo que está supeditado al cumplimiento de lo que establece la normativa vigente en materia de control de emisiones contaminantes, la titular de la Dirección Municipal del Medio Ambiente, Susana Estens de la Garza, consideró sumamente necesario que a favor de una sana convivencia, sus propietarios se decidan a hacer las adecuaciones que sean necesarias en sus procesos a fin de no generar más molestias entre las miles de familias que viven en su entorno.

La funcionaria comentó lo anterior enterada de las quejas que periódicamente suelen hacer públicas los habitantes de al menos tres secciones o circuitos cerrados del fraccionamiento Villa de las Palmas del llamado Distrito Viñedos, relacionadas tanto con emisiones al ambiente de polvos o particular como de contaminación auditiva, además de que igualmente se señalan supuestas irregularidades en materia del uso de la red de drenaje.

Las instalaciones de Minerales Rivera se ubican precisamente junto a la comunidad ejidal de San Agustín, y colindan con el Distrito Viñedos, del que sólo la separan los altos muros que la propia empresa erigió para tratar de mitigar las molestias que sus operaciones generan.

Son los vecinos de los circuitos Azor, Agave y Colibrí quienes se muestran inconformes al asegurar que las autoridades ambientales municipales y estatales no han atendido sus inquietudes relacionadas con perjuicios que, sostienen, igualmente afectan a los habitantes del ejido.

Cuestionada al respecto, Estens de la Garza dice estar al tanto del proceso que, durante los últimos años, desde el 2018 ha tenido que desarrollar Minerales Riviera para mantenerse en orden, y que se inició con el trámite y autorización del necesario cambio de uso de suelo del predio donde se ubican sus instalaciones, donde inicialmente solo funcionaron sus oficinas para posteriormente, desde el 2019, iniciar ya sus operaciones en el procesamiento de productos de piezas de mármol.

Cuenta con su manifiesto de impacto ambiental debidamente elaborado y validado, y para operar tiene autorizaciones de diversas instancias que van desde Protección Civil hasta autoridades ambientales, y por estar sujeta a una serie de requisitos que cubre, nada le ha impedido hasta ahora refrendar anualmente su licencia municipal de funcionamiento.

Sobre una de las quejas más sentidas de los colonos, la funcionaria sostiene que está sustentado en documentos oficialmente validados, que la empresa cumple con mantener por debajo de los máximos parámetros permisibles sus emisiones contaminantes tanto en partículas como en lo que a ruido se refiere. Esto lo constatan estudios realizados por laboratorios especializados y certificados, que no están hechos al vapor, agregó.

Sin embargo, la directora de Medio Ambiente, advierte que definitivamente Minerales Riviera debe seguir haciendo adecuaciones en sus instalaciones, al tomar en cuenta que aún con lo hecho hasta ahora en materia de cumplimiento, sus vecinos no están contentos y que, en definitiva, en casos como este la ley termina por proteger más al ciudadano que a una empresa.

Por su parte, Glenda Quintero Carrillo, coordinadora en la región Laguna de la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) del Gobierno de Coahuila, recordó que hace aproximadamente un año y medio la institución constató que los estudios de monitoreo para la medición de las emisiones contaminantes de partículas y de ruido de la compañía marmolera mostraban entonces niveles por encima de los máximos niveles permitidos.

Ante tal situación, dijo, el caso se turnó a la Procuraduría de Protección al Ambiente de Coahuila como instancia competente en materia de vigilancia e inspección, para que se encargará de constatar la situación y exigir la aplicación de las necesarias medidas de corrección en un proceso cuyos resultados no se han reportado aún a la SMA.

En tanto, Minerales Riviera, en voz de su administradora Anahí Hernández, sostiene de manera categórica que sus operaciones están sujetas a condiciones totalmente regulares, al contar con todas las autorizaciones necesarias vigentes y en regla, entre estas nada menos que la licencia municipal de funcionamiento recién refrendada para el período 2023.

Al exhibir, además de la licencia de funcionamiento, documentos tales como la autorización del cambio de uso de suelo que se tramitó antes de construir las instalaciones de la planta, un manifiesto de impacto ambiental que data del año 2018 y resultados de los estudios de laboratorio alusivos al cumplimiento de la normativa vigente en materia de emisiones de partículas y de ruido, entre otros, la administradora insiste que no hay en realidad ninguna irregularidad, aunque reconoce que ya en anteriores ocasiones ha habido quejas de los vecinos del sector residencial cercano a la planta.

Destaca que la empresa es la más preocupada por mantenerse en orden y vigente en sus actividades económicas que le dan empleo de manera directa a cerca de 400 personas, por lo que dentro del cumplimiento de las exigencias legales en materia ambiental, cuenta con su propia planta tratadora de aguas residuales, con lo que sustenta una buena parte de sus procesos con la reutilización de líquido que necesita para su sistema de corte de piezas de mármol.

Es así, dijo, como las únicas descargas de aguas residuales que genera Minerales Riviera, son las que se generan en los sanitarios de las oficinas administrativas.

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