Sobre la avenida Juárez, a un costado de la Alameda Zaragoza de la ciudad de Torreón, es normal escuchar ‘pásele, pásele´ o ¿le lavo el carro jefe?, mientras una persona mueve en círculos una franela. Son los lavacoches, quienes día con día viven entre coches, trapos, esponjas, cubetas de agua, jabón y cera.
Desde las siete de la mañana, entre las calles González Ortega y Leandro Valle, con cubeta y trapos en mano llegan 11 lavacoches, algunos con más de 20 años de experiencia, quienes con esfuerzo y dedicación se ponen a trabajar.
A todos los carros se les da el mismo trato, se un carro del año o uno viejito se le trata igual
Manuel de Jesús Guardado Ramírez
El señor Manuel de Jesús Guardado Ramírez, tiene 15 años dedicándose a ese oficio, ya que la necesidad de mantener a su familia le dio la fuerza para trabajar lavando coches, un trabajo que, sin duda, le apasiona pues señaló, “me da para todo, para el estudio de mis hijas, para comer y para sobrevivir”.
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Manuel desempeñó distintos trabajos antes de ser lavacoches, principalmente como obrero, pero al no ser bien pagado optó por dedicarse a esta labor que considera un trabajo honrado, “tenemos que trabajar para sobrevivir”, señaló.
En un día muy bueno, el señor Guardado Ramírez tiene ganancias de hasta 400 pesos, lavando siete u ocho carros, ya que depende de si se lava por fuera o por dentro, además dijo que cuentan con material para el mantenimiento del auto como shampoo, masilla, cera, y almorol, pues según el trabajo que pida el cliente se da el servicio.
Él se encuentra trabajando desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde, cobra por coche 50 pesos por fuera y 70 por dentro y fuera.
