Torreón, Coahuila.- Desde el primer momento en que la iglesia decidió cerrar sus puertas para proteger la integridad y y la salud de sus feligreses, desde ese momento las parroquias y capillas ubicadas a lo largo y ancho de los municipios de La Laguna de Coahuila, en sus colonias, barrios o comunidades ejidales, se convirtieron en centros de acopio para ayudar a las familias más pobres que ante la contingencia se quedaron sin posibilidad de trabajo y que por su condición se tuvieron que quedar en casa, hasta esos lugares ha llegado la mano de la Diócesis de Torreón y el corazón de cientos de laguneros que se han sumado, dijo el Padre José Luis Escamilla Estrada.
"Nosotros estamos bien, estamos teniendo reuniones virtuales con nuestro señor Obispo Luis Martín Barraza Beltrán para saber cómo vamos, cómo está la vida de las parroquias y sobre todo a cuántos hogares se ha logrado llegar con el apoyo alimentario que nos brindan los laguneros con sus aportaciones de frijol, arroz, aceite, huevo, leche, lo que se puede para compartirlo con sus hermanos", puntualizó Escamilla Estrada.
En la Diócesis de Torreón son 142 sacerdotes entre religiosos y diocesanos, los cuales todos están en buen estado de salud, ninguno ha registrado síntomas relacionados con el Covid-19.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que los sacerdotes pudieran acudir al llamado de algún enfermo Covid-19 o de sus familiares en un caso de extrema urgencia, el padre Escamilla dijo que ya se analiza esa posibilidad por parte de los sacerdotes que están en condiciones de hacerlo, siempre y cuando las autoridades sanitarias les proporcionen todos los insumos necesarios para su protección, "entonces sí estaríamos en condiciones de acudir a cualquier clínica u hospital", advirtió.
"Las ayudas que hemos estado recibiendo en los centros de acopio de las parroquias han sido de particulares, de gente muy comprometida con la iglesia y que está dispuesta a compartir un poco de lo suyo con quienes más lo necesitan", reiteró.
"Todos los días pedimos en oración por quienes están pasando por una complicada situación de esta grave enfermedad, al igual que lo hacemos por el resto de la comunidad que está en casa, sin trabajo o en suspensión de sus actividades, estamos orando por todos", aseguró.
El padre José Luis Escamilla invitó a todos los feligreses a continuar con su ayuda, a llevar lo que puedan a las parroquias cercanas y así poder seguir ayudando a los que más lo necesitan.
