A siete meses de que entró en vigor el nuevo sistema de justicia laboral, tendrán que transcurrir todavía de tres a cuatro años antes de que pueda concretarse la plena desaparición de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) con sede en Torreón.
Sucede que legalmente el organismo no podrá ser liquidado sino hasta que concluya el último de los 10 mil casos que tenía en curso y pendientes por resolver hasta octubre del año pasado, comenta su titular Javier Armendáriz Reyes Retana, quien reconoce que es un tanto lento el proceso que aún debe desahogarse.
- Te puede interesar: Sede del nuevo Centro de Conciliación Laboral, casi lista
“Desde septiembre del año pasado en que abrió el nuevo sistema de los centros de justicia laboral y los tribunales locales y federales, nuestra diferencia es que dejamos de recibir demandas nuevas, hacer convenios y todo lo colectivo”, explicó.
Estimó que con el trabajo que se ha desarrollado en el transcurso de los últimos meses se ha logrado ya un primer avance en la resolución definitiva de casos, de manera de los 10 mil expedientes que había en octubre quedan ahora alrededor de ocho mil.
Asegura que “todos los días hacemos convenios dentro de juicio, que es lo que nos sigue correspondiendo, sacamos laudos, terminamos con convenios y con sentencias a través de laudos, y eso es lo que estamos tratando de reducir”.
La intención es continuar trabajando a un ritmo tal que pueda lograrse la intención de reducir unos 500 expedientes más durante lo que resta del presente año.
El presidente de la JLCA recuerda que la proyección que se estableció originalmente para liquidar este organismo, contemplaba que el mismo pudiera quedar definitivamente cerrado en no menos de cuatro años, por la cantidad de carga que teníamos, sin embargo, debido a los avances logrados hasta ahora no se descarta que el plazo pueda reducirse.
No obstante, reconoce que en realidad es muy complicado avanzar en la atención del rezago, y es que un expediente no puede quedar totalmente terminado o cerrado porque es muy común que alguna de las partes involucradas opte por agotar el recurso del amparo cuando un laudo no les resulta favorable en primera instancia.
Por lo general aquí en Torreón, todos los abogados, los trabajadores y los patrones, suelen recurrir siempre al amparo, de manera que a diferencia de otros lugares aquí es muy normal que se tenga que agotar ese recurso.
De hecho, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje diariamente da cuenta de la promoción de cinco nuevos amparos, cada uno de los cuales genera cuando menos ocho meses de espera antes de que pueda resolverse para que finalmente el expediente se pueda cerrar en definitiva.
Mientras la JLCA continúa avanzando gradualmente hacia su extinción, sin excepción todas las demandas relacionadas con conflictos de carácter laboral van ya al nuevo sistema, es decir al Centro de Conciliación Primero, a una audiencia prejudicial obligatoria y después al juzgado o al tribunal local o federal, según sea el caso.