Torreón Coahuila. - Aunque considera que la calidad del servicio que se ofrece en las rutas del transporte urbano ha venido mejorando gradualmente, el alcalde Jorge Zermeño Infante, reconoce que tienen la razón los usuarios cuando se quejan para señalar deficiencias e irregularidades, y para calificar como injustificado el incremento de 11 a 13 pesos en las tarifas de pasaje que entró en vigor hace un par de meses.
No niega que falta aún mucho por hacer para que la calidad termine por hacerse notar, y no descarta que a favor de ello pueda llegar a ser determinante el inicio de las operaciones del Metrobus Laguna, programado para principios del 2020. Por lo pronto, destaca, está muy próxima a concretarse por parte de los concesionarios transportistas la compra de 100 nuevos autobuses.
“Enterado del malestar de algunos ciudadanos que se quejan de las malas condiciones de los autobuses urbanos y sobre todo de las desatenciones y hasta malos tratos que en ocasiones reciben por parte de los conductores de ruta, el munícipe puntualiza que en definitiva “Hay un compromiso de mejorar de manera sustancial todo el transporte urbano”.
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Con ese propósito es que se ha estado en diálogo en las últimas semanas con los concesionarios transportistas, quienes se han comprometido a adquirir un importante lote de nuevas unidades de servicio con base en un proyecto que recientemente los llevó a hacer un viaje a la ciudad de Guadalajara para revisar en detalle una da las alternativas de compra, con la participación de dos integrantes del Cabildo.
Por lo que respecta al Metrobús, agregó que tan pronto como se inicie esta nueva modalidad de servicio, el reto será modernizar todas las rutas troncales que ofrecen sus servicios a los torreonenses.
SANCIONES
Por su parte, Edmundo Castañeda Dávila, director de Autotransporte Municipal, igualmente les da la razón a quienes se quejan de deficiencias en el servicio que ofrecen las rutas urbanas y que, en su opinión, es en términos generales regular, aun cuando hay situaciones que se deben corregir, por lo que no dejan de detectarse y sancionarse como resultado de una labor de inspección que se desarrolla de manera cotidiana.
Mientras que por lo que respecta a las condiciones físicas y mecánicas de los autobuses, refiere que las condiciones son regulares, en el entendido de que cerca de un 30 por ciento de las 584 unidades en uso podrían tener 10 años o más de antigüedad, ya están así fuera del modelo que el reglamento municipal exige como requisito para el servicio en la ciudad.
En cuanto a las irregularidades que más comúnmente se detectan como resultado del trabajo de inspección, comenta que destacan fallas en la frecuencia en la que los autobuses deben pasar por cada sector, negativa a recoger pasajeros y principalmente una atención poco adecuada y malos tratos por parte de los choferes, lo que amerita la aplicación de sanciones de alrededor de dos mil 400 pesos y en casos de reincidencia el retiro temporal de circulación de las unidades involucradas.
