Comarca Lagunera.- Los caprinocultores de la región lagunera enfrentan una ‘doble afectación’ a causa de la contingencia por el Covid-19, por un lado no tienen ingresos por la venta de cabrito al estar cerrados la mayoría de los restaurantes, que son los principales compradores, y por otro, al quedarse más tiempo con los animales tienen que invertir en su cuidado y alimentación, según informó Antonio Martínez, líder productor.
“Con esto del Covid-19 todo se nos ha complicado, la compra del cabrito como cerraron los principales restaurantes, pues se dejó de vender y es muy poco lo que hay actualmente de ingreso por ese lado”.
“Otra cuestión es que al quedarse con los cabritos, pues se tienen que seguir amamantando, entonces eso genera un gasto extra, además es leche que no venden porque la tienen que dar a las crías y qué va a pasar cuando el cabrito ya pase a una edad adulta, ya cuando brincan a mes y medio ya tienen que comer, ya no son amamantados y eso es un gasto más”, expuso el dirigente de los caprinocultores.
Por si fuera poco, lo que se conoce como la cabra de desecho y que principalmente se va para el centro del país, en estos momentos no están viniendo a comprarla, tratándose de un producto que se lo llevan para las birrias y las barbacoas que se venden mucho en aquellas regiones, representando otra pérdida para los productores laguneros.
Entre lo poco rescatable para los caprinocultores está el comercio de la leche, pues las empresas que la utilizan siguen comprando, las rutas se mantienen activas y eso significa un ingreso.
Antonio Martínez hizo el exhorto a los laguneros para que compren a los productores locales y de esa forma apoyen a las familias que viven de esto:
“Invitar a la ciudadanía a que consuman el cabrito aquí en la región, lamentablemente aquí no es tan consumido el cabrito con todo y que se trata de un producto de calidad, entonces lo que podemos hacer es ir directamente a las comunidades rurales y comprarles”.
