Con base en el actual modelo de medición con el que se cuenta y que únicamente arroja lecturas un solo día cada semana, se puede determinar que la mayor parte del tiempo es de regular a mala la calidad del aire que se respira en Torreón.
En tanto, al año son pocos los días medibles en los que se llega a constatar una calidad del aire calificada como buena, y eso generalmente ocurre durante y después de temporales lluviosos.
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En contra parte, la calidad del aire suele agravarse al peor nivel, que la califica como extremadamente mala, de dos a tres veces al año de acuerdo con el citado sistema de medición, y eso generalmente se asocia a la presencia de importantes eventos de tolvanera, cuando las rachas de viento resultan tan fuertes que incluso llegan a afectar la visibilidad a la intemperie por la presencia de polvo en el ambiente.
PARTÍCULAS SUSPENDIDAS
La explicación en tales términos la ofrece la titular de la Dirección de Medio Ambiente en Torreón, Susana Estens de la Garza, al referirse al sistema de medición que de acuerdo con una normativa vigente a nivel federal monitorea la presencia de partículas suspendidas en el ambiente, que pueden ser de origen mineral, vegetal o sintético, y que son propiciadas tanto por fenómenos naturales propios de una zona desértica como la nuestra, como por la dinámica de los procesos industriales y la movilidad vehicular de la región.
Concretamente, indica, con base en la norma de salud NOM-025-SSA1-2021 se mide la presencia en el ambiente de partículas menores a 10 micras, y partículas menores a 2.5 micras, en un parámetro de cinco rangos identificados con colores.
Así, la calidad del aire en color verde se reconoce como buena cuando la presencia de partículas es de 0 a 50 microgramos por metro cúbico (mg/m3), en amarillo como regular en el rango de 51 a 57, en naranja como mala de 71 a 155, en rojo como muy mala de 156 a 235 y en morado como extremadamente mala cuando la medición resulta ser superior a 236 mg/m3.
La funcionaria señala que más allá de la composición química de las partículas que puedan encontrarse suspendidas en el ambiente, lo que preocupa en realidad son sus diminutas dimensiones, pues pueden penetrar fácilmente al sistema respiratorio y de ahí llegar al torrente sanguíneo con el riesgo de ocasionar estragos en el organismo con diferentes tipos de afecciones.
Aclara que lo que técnicamente se conocía como Partículas Suspendidas Totales (PST) es una denominación que en la actual ya no se monitorea sistemáticamente como tal, pues se establecía en una normatividad que hace varios años se derogó, por lo que ahora lo que se miden son precisamente las partículas menores a 10 y 2.5 micras.
RECOMENDACIONES
La normativa incluye una tabla con mensajes a manera de recomendaciones asociados a las distintas categorías de la calidad del aire. Así, cuando la misma es buena o regular, la gente puede disfrutar de las actividades al aire libre sin problema, mientras que en el rango de mala se sugiere evitar las actividades físicas vigorosas a la intemperie.
En tanto, en la categoría de calidad muy mala se recomienda evitar actividades físicas al aire libre tanto moderadas como vigorosas, y cuando es extremadamente mala el llamado a la gente es permanecer en la medida de lo posible la mayor parte del tiempo en espacios interiores y acudir al médico si se presentan síntomas respiratorios y cardiacos. En este último punto, agrega la directora del Medio Ambiente, se recomienda recurrir al uso de cubrebocas, que ya durante la pandemia demostró ser de gran ayuda, y extremar las medidas de protección a favor de adultos mayores, niños pequeños y personas.
Cabe señalar que mientras que el año pasado, en el mes de mayo se registraron tres días en los que la mala calidad del aire se midió como extremadamente mala, en lo que va del 2003 sólo se ha tenido un registro en color morado, el correspondiente a una fuerte tolvanera ocurrida el 24 de enero. No se descarta que haya habido más días de una situación similar, y es que, se insiste, la medición no es diaria y se concentra solamente a un radio reducido alrededor de cada una de las tres estaciones de monitoreo con las que se cuenta en distintos puntos de la ciudad.
LA NUEVA ESTACIÓN
Estens de la Garza destaca que la medición de la calidad del aire de manera permanente y en tiempo real en Torreón muy pronto comenzará a ser posible, tentativamente a partir de agosto, una vez que quede lista la nueva estación monitoreo que ya está en proceso de instalación.
De esta manera, finalmente se comenzará dar cumplimiento a una normativa vigente a nivel nacional que establece que las ciudades que cuentan con una población de más de 500 mil habitantes, como es el caso de Torreón, deben tener por lo menos una estación de monitoreo que mida la presencia en el aire de un total de cinco elementos contaminantes criterio, como son además, de partículas, gases y otros elementos presentes en el ambiente.
La estación que funcionará en la parte alta del centro cultural José R. Mijares, en avenida Bravo y Calle 17, donde ya existe un centro de monitoreo avalado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, tendría que haberse instalado desde el año pasado, sin embargo no fue posible debido a que la empresa que había sido contratada para ello incurrió en incumplimiento.
Una vez que quede lista, la información que se genere podrá ser consultada en cualquier momento por cualquier persona que así lo desee, a través de una aplicación que podrá ser descargada en cualquier dispositivo móvil o en una computadora
La directora de Medio Ambiente considera que de esta manera se habrá dado un paso muy importante, pues al conocerse la calidad del aire al momento oportunamente podrán tomarse decisiones a favor de la salud de la población; y refiere que si bien la nueva estación de monitoreo tendrá como campo de acción dos kilómetros a la redonda de su ubicación, posteriormente podrá ampliarse su capacidad y alcances con la colocación de censores de bajo costo distribuidos de manera estratégica en distintos sectores de la ciudad.
