Frontera, Coahuila. - Tres migrantes detenidos y encarcelados por la policía de este municipio, encararon al director de Seguridad Publica General Juan José Castilla Ramos en reclamo de sus pertenencias, entre ellas un teléfono y la visa humanitaria de 2 de ellos, de quien en lugar de obtener ayuda fueron acusados de falsas detenciones anteriores cuando le demostraron que tenían comprobantes de compras realizadas en otros lugares en su tránsito por el país.
Fueron detenidos el jueves y liberados hoy percatándose que no les devolvieron una mochila, una casa de campaña, un celular y las dos visas, al reclamar los policías negaron tener sus pertenencias.
Acudieron a hablar con el director quien se burló de ellos y les pidió pruebas de que traían un celular ante lo que demostraron el comprobante de compra, aun así, evadieron la responsabilidad y el reclamo.
Más tarde, por sugerencia de algunos ciudadanos fronterenses acudieron a presentar su queja a la presidencia municipal, donde al exponer los hechos con un secretario del alcalde mandaron llamar al director quien nuevamente de manera déspota ante los medios de comunicación, les recriminó anduvieran de ilegales pese a que los 3 tenían visa humanitaria, por lo que su estancia no es ilegal dijo Erik López Reyes, valiente y de frente al jefe policiaco.
Los migrantes, 2 de honduras y uno de El Salvador, manifestaron que aunque fueran ilegales era injusto que los maltrataran como lo hicieron los policías municipales que cuando los detuvieron en las vías del tren les tiraron la comida que recién habían comprado, y más aún que los robaran siendo autoridades, por lo que le insistieron que traían lo que reclamaban incluyendo el teléfono, a la vez que le recordaron al director de seguridad que cuando los revisaron no les encontraron nada prohibido, por lo que su detención fue una violación a sus derechos humanos, por lo que esperan asesoría para protegerse de posible represión de la policía municipal.
Esto luego de que cuando los corrió de su oficina el jefe policiaco fueron seguidos por una unidad de esa corporación por lo que decidieron pedir ayuda y resguardarse en un Oxxo, de ahí llegaron a la presidencia municipal de donde aseguraron acudirían a la comisión de derechos humanos y aceptarían la ayuda de algunos ciudadanos que incluso les ofrecieron trabajo, lo que rechazaron luego del trato de la policía de frontera.
Puede leer:
Agregaron que en la discusión el jefe policiaco los intimidó con llamar a personal del Instituto Nacional de Migración que finalmente llegó, tomó conocimiento y dijo no podía hacer nada al respecto, por lo que los migrantes habían sido informados en su ruta qué hay programas de apoyo y protección para migrantes a los que recurrirían.
