/ jueves 6 de julio de 2023

Rami, mujer trans que supera adversidades

Rami Mejía nació en una familia tradicional del Saltillo tradicional: conoce su historia

La tarde - noche del miércoles 28 de junio, Rami K. Mejía se convirtió en la primer mujer trans en lanzar una bola al plato en el estadio Revolución, el recinto profesional más antiguo de México (1932) y el primero con tener luz artificial (1940).

Eran las siete, el calor aún no se había ido. El graderío estaba vacío porque el juego empezaría media hora después. Así que Rami no sintió presión: se paró en la lomita, se preparó a tirar con perfil derecho y lanzó mientras los flashes alumbraban su rostro maquillado de labios color rojo carmesí y cabello teñido degradado en color rosa.

El equipo local, Algodoneros de Unión Laguna, se enfrentaría contra Los Tecolotes de los Dos Laredos, el mismo equipo con el que inauguró el alumbrado del estadio en 1940, pero esta vez no ganarían en la pizarra.

Rami vestía mini falda color negro, playera color blanco con logotipo de Unión Laguna y tenis blancos con suela color rosa. Le emocionaba estar ahí, la página oficial de Facebook del equipo posteó esa noche: “…Rami Mejía, es la primer mujer trans en trabajar en el Gobierno del Estado de Coahuila en la Dirección para Promover la igualdad y prevenir la discriminación…”.

Foto: El Sol de La Laguna

Rami estaba enterada que no era la primera mujer trans en trabajar en Gobierno, aunque los registros no arrojen otra coincidencia. El béisbol no es exactamente lo que más le gusta, sobre todo porque la cerveza no es económica en los estadios.

Pero ahí estaba ella: radiante, empoderada; minutos después los comentarios homofóbicos en redes sociales aparecieron y sus fotos se viralizaron.

Dos días después, la Dirección para Promover la igualdad y prevenir la discriminación colgó un comunicado donde exigieron respeto por la imagen de Rami:

“…No toleraremos la discriminación ni el menosprecio hacia ninguna persona y continuaremos abogando por la igualdad y el respeto de todas las personas sin importar su identidad de género”.

Foto: El Sol de La Laguna

Rami nació en una familia tradicional del Saltillo tradicional. Es la menor de tres hijos e hijas de un matrimonio de maestros que solía acudir los domingos a la iglesia. Prefiere no recordar el nombre con el que fue registrada, pero desde que era una bebé que apenas comenzaba a hablar sabía que tendría que haber un cambio.

Hace un par de días su hermana le platicó una anécdota de cuando era una bebé comiendo en su periquera, estaba una tía y había terminado su sopa:

– ¡Soy la más rápida y me comí la sopa!
– Rápido, eres niño –corrigió su tía.
– Ay tía, así es Rami –intervino su hermana.

Y, bueno, Rami se llama Rami porque su papá se llama Ramiro:

“No me iba a poner Ramira porque está bien horrible y para mí está lindo, es una contracción neutra y se me hace tierno”.

Rami estudió la carrera de psicología en la Universidad Autónoma de Coahuila, donde se presentó la tesis “El tendedero de la violencia, análisis narrativo de las vivencias de violencia de género en la Facultad de Psicología”, ahí misma ella narra el rechazo que ha sufrido a lo largo de los años.

Foto: El Sol de La Laguna

“Ninguna de la ropa que me compraban me gustaba. En el kínder me ponía el suéter en la cabeza, como simulando tener el cabello largo, me da ternura recordarlo. Platicando con otras mujeres trans es algo que que se tenía en común el ponerse suéter”.

Aunque en ese mundo de las infancias apenas se estaba descubriendo porque no existía el rechazo: “En el mundo de los adultos yo sé que si yo hago esto, está mal. Entonces, pues luego las infancias empiezan a crecer y empiezan a recibir todos tus prejuicios”.

Entró primero como practicante a la Dirección para Promover la igualdad y prevenir la discriminación a través del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, hace un año fue contratada y atiende programas de grupos vulnerables, a través de su vida ha sufrido múltiples rechazos.

Foto: El Sol de La Laguna

Vivió mucho tiempo en crisis familiar porque no aceptaban su orientación sexual, pero profesionalmente ha demostrado su valía. Su mamá, antes de morir, quería ver esa transformación total en mujer que empezó a manifestarse desde que entró a estudiar en la universidad. Pero lograron mantener una buena relación.

La noche del 28 de junio, en diferentes plazas se celebró la diversidad sexual, cuando a Rami K. Mejía le preguntan sobre su vida, su futuro y su nombre, explica que la K es de “Qué te importa” y que: “Soy mujer y se chingó”.

La tarde - noche del miércoles 28 de junio, Rami K. Mejía se convirtió en la primer mujer trans en lanzar una bola al plato en el estadio Revolución, el recinto profesional más antiguo de México (1932) y el primero con tener luz artificial (1940).

Eran las siete, el calor aún no se había ido. El graderío estaba vacío porque el juego empezaría media hora después. Así que Rami no sintió presión: se paró en la lomita, se preparó a tirar con perfil derecho y lanzó mientras los flashes alumbraban su rostro maquillado de labios color rojo carmesí y cabello teñido degradado en color rosa.

El equipo local, Algodoneros de Unión Laguna, se enfrentaría contra Los Tecolotes de los Dos Laredos, el mismo equipo con el que inauguró el alumbrado del estadio en 1940, pero esta vez no ganarían en la pizarra.

Rami vestía mini falda color negro, playera color blanco con logotipo de Unión Laguna y tenis blancos con suela color rosa. Le emocionaba estar ahí, la página oficial de Facebook del equipo posteó esa noche: “…Rami Mejía, es la primer mujer trans en trabajar en el Gobierno del Estado de Coahuila en la Dirección para Promover la igualdad y prevenir la discriminación…”.

Foto: El Sol de La Laguna

Rami estaba enterada que no era la primera mujer trans en trabajar en Gobierno, aunque los registros no arrojen otra coincidencia. El béisbol no es exactamente lo que más le gusta, sobre todo porque la cerveza no es económica en los estadios.

Pero ahí estaba ella: radiante, empoderada; minutos después los comentarios homofóbicos en redes sociales aparecieron y sus fotos se viralizaron.

Dos días después, la Dirección para Promover la igualdad y prevenir la discriminación colgó un comunicado donde exigieron respeto por la imagen de Rami:

“…No toleraremos la discriminación ni el menosprecio hacia ninguna persona y continuaremos abogando por la igualdad y el respeto de todas las personas sin importar su identidad de género”.

Foto: El Sol de La Laguna

Rami nació en una familia tradicional del Saltillo tradicional. Es la menor de tres hijos e hijas de un matrimonio de maestros que solía acudir los domingos a la iglesia. Prefiere no recordar el nombre con el que fue registrada, pero desde que era una bebé que apenas comenzaba a hablar sabía que tendría que haber un cambio.

Hace un par de días su hermana le platicó una anécdota de cuando era una bebé comiendo en su periquera, estaba una tía y había terminado su sopa:

– ¡Soy la más rápida y me comí la sopa!
– Rápido, eres niño –corrigió su tía.
– Ay tía, así es Rami –intervino su hermana.

Y, bueno, Rami se llama Rami porque su papá se llama Ramiro:

“No me iba a poner Ramira porque está bien horrible y para mí está lindo, es una contracción neutra y se me hace tierno”.

Rami estudió la carrera de psicología en la Universidad Autónoma de Coahuila, donde se presentó la tesis “El tendedero de la violencia, análisis narrativo de las vivencias de violencia de género en la Facultad de Psicología”, ahí misma ella narra el rechazo que ha sufrido a lo largo de los años.

Foto: El Sol de La Laguna

“Ninguna de la ropa que me compraban me gustaba. En el kínder me ponía el suéter en la cabeza, como simulando tener el cabello largo, me da ternura recordarlo. Platicando con otras mujeres trans es algo que que se tenía en común el ponerse suéter”.

Aunque en ese mundo de las infancias apenas se estaba descubriendo porque no existía el rechazo: “En el mundo de los adultos yo sé que si yo hago esto, está mal. Entonces, pues luego las infancias empiezan a crecer y empiezan a recibir todos tus prejuicios”.

Entró primero como practicante a la Dirección para Promover la igualdad y prevenir la discriminación a través del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, hace un año fue contratada y atiende programas de grupos vulnerables, a través de su vida ha sufrido múltiples rechazos.

Foto: El Sol de La Laguna

Vivió mucho tiempo en crisis familiar porque no aceptaban su orientación sexual, pero profesionalmente ha demostrado su valía. Su mamá, antes de morir, quería ver esa transformación total en mujer que empezó a manifestarse desde que entró a estudiar en la universidad. Pero lograron mantener una buena relación.

La noche del 28 de junio, en diferentes plazas se celebró la diversidad sexual, cuando a Rami K. Mejía le preguntan sobre su vida, su futuro y su nombre, explica que la K es de “Qué te importa” y que: “Soy mujer y se chingó”.

Torreón

Van por saldo blanco con operativo a instrumentarse por el Día de las Madres

En reunión de trabajo, la estrategia fue revisada por el alcalde Román Alberto Cepeda

Torreón

Junto a Almanara, respalda municipio el desarrollo de trabajos de Agua Saludable

En tanto, postergan una semana reunión de acuerdos entre autoridades municipales y Conagua

Torreón

Reconoce Alcalde la labor de los empleados municipales manuales y administrativos

Se reunió Rompan Alberto Cepeda con los integrantes del sindicato minoritario del Municipio

Policiaca

Joven destroza camioneta del año y tumba 2 postes en Torreón

Afecta servicio de energía eléctrica, telefonía e internet

Torreón

Temen por intubación de Claudio, lagunero que pesa más de 300 kilos

Sigue internado con mascarilla especial y conectado a un ventilador

Torreón

Libros y Revistas Arturo: La librería lagunera que resiste a la era digital

Fue fundada hace 60 años por Don Arturo y su esposa, quienes vendían revistas en la calle Juárez