Torreón, Coahuila.- Gracias a los escurrimientos provenientes de la Sierra Madre y posteriormente a la construcción de las represas, La Laguna es una región con alta vocación agrícola desde sus inicios y a pesar de tener climas extremosos, se ha sabido aprovechar la presencia del agua para diferentes tipos de cultivo.
“Al principio era una agricultura temporal, después se intensificó con la construcción de las represas, eso trajo muchas ventajas, pero también desventajas, ahora el problema que hay son las altas concentraciones de sales y eso perjudica algunos cultivos”, compartió el Ing. Jesús Granados García, miembro del Consejo de Vigilancia de la Federación de Agrónomos de La Laguna y jubilado de la Facultad de Agricultura y Zootecnia de la UJED.
Por muchos años, el cultivo dominante fue el algodonero, el cual de alguna manera tolera ciertas cantidades de sales en el suelo y los rendimientos eran muy altos. “Aquí en la región, el potencial para la agricultura yo me atrevería a decir que es alto, porque tenemos suelos profundos que no en cualquier región los tienes y tenemos temperaturas que en algún momento se pueden manejar, decidiendo cuáles cultivos establecer”.
La situación actual de la región, en el tema de la agricultura, es que hay una afectación por las altas concentraciones de sales en el suelo, algo que provocaría cambiar el tipo de cultivo: “va a llegar un momento en que alguno de los cultivos, los rangos de adaptación serán tan bajos y se van a tener que eliminar, por ejemplo, el maíz, la alfalfa en algún caso, no van a tolerar cantidades altas en el suelo y se van a tener que cambiar por otros cultivos más tolerantes, como el sorgo por ejemplo o el algodonero tal vez”.
Un tema que impactó en la región en los últimos años, es que la ganadería lechera incrementó su actividad, así como su hato, incrementando la demanda de forraje, haciendo que el patrón de cultivos cambie: “ha cambiado hacia cultivos forrajeros, como es la alfalfa, el sorgo forrajero, el maíz forrajero y algunos forrajes de invierno”.
En términos de que la región tiene potencial para la agricultura, es real, sin embargo, las temperaturas van a ir incrementando en la región y eso puede ocasionar que algunos cultivos no se adapten o empiecen a disminuir su rendimiento, “van a tener que ser sustituidos por otros que sean más tolerantes o más resistentes, va a llegar un momento en el que las sales del suelo o que las temperaturas altas modifiquen el patrón de cultivos que tenemos ahorita”.
Aunado a lo anterior, el Ing. Granados señaló que no se ha mejorado en cuanto a las prácticas agronómicas, para conservar la materia orgánica del suelo, sino que utilizamos las mismas técnicas de preparación de la tierra de hace 50 o 60 años: “entonces, estamos perdiendo la materia orgánica, se puede utilizar maquinaria adecuada para mantener la materia orgánica del suelo en la parte superficial, pero no lo estamos haciendo, sí hay alternativas, pero poca gente lo hace”.
Con el rumbo que se tiene actualmente “la producción no es sustentable, qué significa esto, que con el tiempo, en algún momento va a colapsar si no hacemos algo y para hacerla sustentable, hay que hacerle algunos cambios en cómo estamos haciendo la actividad agropecuaria, de tal forma, que garanticemos que esto sea permanente en el tiempo y no nos acabemos los recursos, como el suelo, el agua, pero tiene que ser con trabajo, trabajar los técnicos que nos dedicamos a esto, las autoridades que pueden incrementar la propuesta o las políticas que nosotros propongamos, de tal forma que esta región se vuelva sustentable”.
