Gómez Palacio, Durango.- Un día como hoy, Jesús entró triunfante a Jerusalén para que la muchedumbre lo aclamara y lo aceptara como Hijo de Dios, de ahí la celebración del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la semana santa.
Los cristianos toman este día como el acontecimiento que marca a la vez el fin de la cuaresma y el comienzo de la semana santa en que se celebra la Pasión, Crucifixión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazareth, Rey de los Judíos, quien vino a morir en la cruz para salvar a la humanidad de sus pecados y de sus errores.
Montado en un burro, Jesús entró al Jerusalén y fue aclamado por sus discípulos, quienes con júbilo le extendieron sus manos con ramos de olivo, palmas y mantas, mientras pasaba, otros más les lo aclamaban tras el grito, bendito el que viene en nombre del Señor… “hosanna en las alturas”.
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He ahí que, por este pasaje, la eucaristía tiene momentos importantes en este domingo de ramos, porque se bendicen de parte del sacerdote y el segundo, es la lectura de la palabra que evoca la Pasión del Salvador, en el evangelio de San Mateo, comentó al respecto, el padre Julio Carrillo Gaucín, vicario general de la Diócesis en Gómez Palacio.
Este momento, añadió, debe ser visto por los cristianos como el momento para proclamar a Jesús como pilar fundamental de cada una de nuestras vidas, expresó.