La Semana Santa es la conclusión del período de Cuaresma que representa los 40 días que Jesús permaneció en el desierto de Judea, ubicado en Jerusalén en Israel y además el diluvio que duró 40 días, entre otras referencias bíblicas.
Sin embargo, durante este periodo de 40 días y los conocidos como días santos, en México se han llevado a cabo por generaciones, diferentes prácticas o tradiciones además de las religiosas, incluso influye en la vida cotidiana de todos los mexicanos al brindar descansos laborales, proveer de costumbres y riqueza gastronómica.
Una de las tradiciones básicas que además es una de las que más sigue conservando la gente es evitar el consumo de carne roja; de ahí es que ha surgido toda una tradición gastronómica con platillos típicos de esta temporada donde se privilegia el consumo de pescado y pollo en cuestión de carnes.
La señora Luz Elena todavía conserva esta tradición desde su niñez; los platillos de Cuaresma es algo que conserva como recuerdo de su madre y su familia, que todavía lleva a cabo en esta temporada.
Los días viernes de Cuaresma no se come carne y durante toda la Semana Mayor, de igual forma se da el lujo de preparar ricos platillos como tortitas de camarón con pipián, nopales con pipián, pescado empapelado o empanizado y la típica capirotada.
Otra tradición religiosa principal durante la Cuaresma es el ayuno y la abstinencia; el ayuno implica la restricción de la cantidad de alimentos que la persona ha de consumir, la segunda consiste en abstenerse de comer carne, pero algunos además de esto o en lugar de carne optan por ofrecer la abstinencia en otro sentido, a fin de hacer un sacrificio en ofrecimiento a Jesús.
Tal es el caso de Silvina, quien desde hace años tiene una dependencia al consumo del tabaco; sin embargo, llegada la Cuaresma realiza el ofrecimiento de abstinencia en su consumo y durante los 40 días y la Semana Mayor, evita totalmente probar el cigarro y pese a su adicción logra cumplir su objetivo cada año.
“Es un ofrecimiento al señor, un sacrificio, algo que realmente nos cueste trabajo así como él se sacrificó por nosotros; he de decirle que cada vez me cuesta menos y que incluso cada vez he reducido la cantidad de cigarros que fumo y no olvido la idea de algún día dejarlo por completo”, comentó.
Para muchos, sobre todo para los adultos mayores, prevalece la idea de que los días de Semana Santa son de “guardar”, deberán ser días de reflexión y autoanálisis, no de paseo y diversión; hay personas como María Elena, que pese a no ser mayor, tiene arraigada esa costumbre durante los días santos. “Mi abuelita siempre decía eso, que eran días de guardar y en mi familia siempre ha sido así, salimos para participar en las actividades de la iglesia porque son días para reflexionar sobre lo que Cristo hizo por nosotros”.
Incluso, originalmente se designó como tiempo de asueto, ya que para la población católica, la Semana Santa es para recordar y conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo y al contar con diferentes actividades religiosas respectivas, se suspendían clases y labores en muchos de los centros de trabajo, la menos los días jueves y viernes o en su defecto el sábado en las empresas que se torna como día hábil.
Finalmente, las más asiduas costumbres son las de las actividades religiosas y que son las que más prevalecen en la actualidad en la sociedad lagunera. El Jueves Santo, todavía hay personas y familias que realizan el recorrido por las Siete Casas que es acudir al mismo número de iglesias; de igual forma se recuerda la última cena y en misa se representa el lavatorio de pies que hizo Jesús a sus discípulos.
El viernes se representa la pasión y muerte de Cristo con el tradicional Viacrucis; el sábado de Gloria se realiza la Vigilia Pascual y el domingo se recuerda el día que resucitó.
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