Equipo especializado para la atención de paciente con problemas cardiovasculares, mobiliario, insumos y medicamentos por 162 millones de pesos entregó este jueves el gobernador Miguel Angel Riquelme a la secretaría de Salud, para sus Hospitales Generales, dotación de suministros para mejorar la atención a la población abierta y de la cual no se hacia una similar, en cantidad, desde el 2011.
De esta manera, los Hospitales Generales de Torreón y de Saltillo recibieron un angiografo cada uno para la creación de sus salas de hemodinamia que atenderán a pacientes con infartos cardiacos, a los cuales se les podrá practicar cateterismo para destaparles sus arterias.
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Estos equipos de alta tecnología, tuvieron un costo de 120 millones de pesos, 60 cada uno y servirán también para fortalecer el Código Infarto, programa que es único en el país, al contar son este servicio dentro de las ambulancias de urgencias médicas del estado equipadas para hacer diagnósticos cardiacos y se cuenta con 100 edificios cardio protegidos, donde se cuenta con desfibriladores.
Asimismo, durante esta entrega, los directores de los Hospitales Generales Torreón, Saltillo, Piedras Negras, Monclova y Nueva Rosita, recibieron 562 mil dotaciones de medicamentos, entre antibióticos, antivirales, analgésicos, antinflamatorios, para el tratamiento de la diabetes, hipertensión y suero, entre otros.
También, más de cinco millones de piezas de material de curación, como jeringas, cubre bocas, catéteres, compresas y antisépticos, entre muchos más.
INCERTIDUMBRE Y CRISIS
En la ceremonia el Mandatario señaló que en Coahuila el tema de salud se ha enfrentado de manera directa y con los esfuerzos institucionales se ha logrado atender los retos que se han presentado, más ahora que se ha generado incertidumbre en el país en este importante sector.
Señaló que en la entidad se ha salido adelante en materia de salud porque entre todos han enfrentado no solo la crisis sanitaria del Covid-19, sino también la económica en la que se encuentra el estado y que por ello se ha invertido lo más posible a este rubro.
Comentó que ahora con el Insabi y IMSS-Bienestar “son una novela que ya no sabemos ni en qué paso, ni en qué capítulo vamos, pero la realidad es que no hay recursos y eso motiva un esfuerzo extraordinario al final de mi gobierno para dejar un estado equilibrado y sano financieramente”.
Reconoció que sin el gran esfuerzo de todos los trabajadores del sector la atención a salud estarían todavía más mermada pero que gracias a eso todos nuestros hospitales cuentan con lo más necesario para la atención de la población.
“Sé que hemos tenido carencias, que hemos enfrentado momentos difíciles y les quiero agradecer lo institucional que son en el sector salud, pero por eso Coahuila ha crecido y es grande porque cada sector hace lo que le corresponde.
“Pero no me cansare de decirlo, ni la seguridad ni la salud se politizan. Debemos de enfrentar cada uno de nuestros retos con la cabeza y debemos de saber todos lo que tenemos que hacer porque no se trata nada más de voluntad, se trata de insumos, de recursos y de infraestructura”, abundó.