Torreón, Coahuila.- Que una buena parte de la población tanto masculina como femenina considere que de las violaciones sufridas por mujeres, de alguna manera ellas mismas son responsables, es una situación por demás preocupante ante una realidad que muy difícilmente se puede llegar a modificar, pues se trata de una de las desafortunadas manifestaciones de una muy arraigada cultura machista que se inculca principalmente desde el hogar, y en contra de la cual en definitiva queda aún mucho por hacer.
Al respecto, Martha Rodríguez Romero, coordinadora regional del Centro de Justicia y Empoderamiento de las Mujeres (CJEM), reconoce que puede resultar hasta aberrante pensar que sólo por la forma de vestir o de expresarse, alguien merezca ser ofendida o agredida, y es que “nadie tiene el derecho de juzgar, condenar y menos de castigar a otra persona independientemente de su apariencia o su conducta”.
Sus comentarios al respecto los comparte al ser cuestionada acerca de los datos que se difunden a partir de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación (ENADIS) 2017 avalada por el INEGI, donde se establece que a nivel nacional un promedio del 12.8% de la población femenina considera que las mujeres consideran que algunas violaciones son culpa de mujeres, y se hace notar que en Coahuila y Campeche el índice se eleva a un 19%.
Te recomendamos:
Con tal indicativo, pareciera menos preocupante lo que la misma encuesta determina en cuanto a que en 15 estados de la República 20 de cada 100 hombres creen que algunas mujeres son violadas porque los provocan.
Aunque dice desconocer en detalle dicho diagnóstico, plantea que eso es parte de la realidad en contra de la cual en el ámbito local el CJEM busca contribuir con su granito de arena a través de pláticas, cursos y talleres se imparten en escuelas, empresas y especialmente en planteles universitarios, donde uno de los temas que se abordan con mayor puntualidad es el relacionado con la prevención y detección de la violencia en el noviazgo, con lo que se le apuesta a revertir las consecuencias de la educación y la cultura machista que prevalece. Comenta Rodríguez Romero.
De esa manera se complementan los servicios fundamentales que dicho centro ofrece en sus instalaciones al brindar atención integral semanalmente a entre 280 y 300 mujeres que se integran a talleres productivos a favor de su empoderamiento, cursan su instrucción secundaria y preparatoria, reciben apoyo psicológico y asesoría jurídica o simplemente se asesoran para la realización de diversos trámites.
Destacó que del volumen semanal total de usuarias, de 40 a 60 son mujeres que acuden por primera vez al centro de justicia como víctimas de violencia doméstica en sus diversas manifestaciones y en la mayoría de los casos con agresiones físicas y condiciones de maltrato que casi siempre terminan por dar lugar a la formalización de denuncias penales a las que se les da el debido seguimiento en casos en los que, contrario a lo que pudiera esperarse.
Se hace notar que en los casos en los que esa institución otorga asesoría y acompañamiento en casos de violación, hechos que generalmente suceden en el ámbito doméstico, prácticamente ninguna de las víctimas ha terminado por justificar el comportamiento de sus agresores, contrario a lo que sugiere el ENADIS 2017, estudio que se tendrá que analizar detenidamente.
Nadie tiene el derecho de juzgar, condenar y menos de castigar a otra persona independientemente de su apariencia o su conducta
Martha Rodríguez Romero, coordinadora regional del CJEM
